El campo reclama represalias
Las asociaciones de productores pidieron un boicot a los productos europeos, como respuesta a la decisión de la Unión Europea de prohibir la importación de carne argentina.
(EFE).- La Sociedad Rural Argentina pidió hoy (jueves 15) realizar un boicot a todos los productos europeos, en respuesta a la medida “unilateral” de la Unión Europea de cerrar su mercado a la carne argentina por la existencia de fiebre aftosa.
“Llegó el momento de darles donde más les duele”, dijo Enrique Crotto, presidente de la Sociedad Rural, al anunciar el boicot en una rueda de prensa realizada hoy en Buenos Aires.
La medida, que está apoyada por las demás entidades del campo argentino, obedece a la decisión de la Unión Europea (UE) de prohibir las importaciones de carne argentina hasta mediados de abril, después de que las autoridades de este país reconocieran la existencia de un brote de aftosa en la provincia de Buenos Aires.
Crotto, que apeló a la “buena voluntad” de estibadores y agentes aduaneros para evitar la comercialización de productos europeos, sean cárnicos o no, dijo que la medida tomada por la UE fue unilateral.
“Europa no puede manejar el comercio internacional”, afirmó el dirigente de la Rural.
El dirigente acusó al viejo continente de intentar “tapar” el mal de la vaca loca con la fiebre aftosa, una enfermedad que no se contagia a los seres humanos y sólo puede causar la muerte por inanición del ganado que se ve afectado.
“Los ingleses y los franceses se van a morir por la vaca loca, pero en la Argentina, por la aftosa no se va a morir nadie”, añadió Crotto.
El presidente de la Rural dijo que cargamentos de carne por valor de unos US$ 55 millones están navegando ahora hacia Europa, “y van a ser rebotados”, y otros US$ 20 millones en exportaciones están en proceso de ser enviados al exterior.
El reconocimiento por parte de las autoridades de la existencia de aftosa, el pasado martes, después de meses de especulaciones y rumores, hizo que se cerrasen los principales mercados para la carne argentina.
“Si no se toman medidas urgentes, la industria exportadora de carne va a la quiebra”, dijo hoy el gerente de la Unión de la Industria Cárnica de Argentina (Unida), Guillermo González.
El gerente de Unida estimó que las pérdidas económicas por el cierre de los principales mercados de exportación “rondarán los US$ 450 millones anuales”.
La primera consecuencia directa de las restricciones comerciales fue el cierre de un antiguo e importante frigorífico de la ciudad de Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires) que exportaba 70% de su producción a la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Canadá, Chile y Brasil.
El establecimiento Sadowa, que faenaba 7.000 vacunos al mes y facturaba US$ 45 millones anuales, daba trabajo a 300 personas.
La Organización Internacional de Epizootías había declarado a la Argentina en mayo del año pasado país libre de aftosa sin vacunación.
La Argentina, que tiene más vacas que habitantes, cuenta con una cabaña calculada en unos 50 millones de cabezas. Es el cuarto exportador de carne vacuna del mundo, con unos montos que se acercan a los US$ 5.600 millones de dólares anuales.
(EFE).- La Sociedad Rural Argentina pidió hoy (jueves 15) realizar un boicot a todos los productos europeos, en respuesta a la medida “unilateral” de la Unión Europea de cerrar su mercado a la carne argentina por la existencia de fiebre aftosa.
“Llegó el momento de darles donde más les duele”, dijo Enrique Crotto, presidente de la Sociedad Rural, al anunciar el boicot en una rueda de prensa realizada hoy en Buenos Aires.
La medida, que está apoyada por las demás entidades del campo argentino, obedece a la decisión de la Unión Europea (UE) de prohibir las importaciones de carne argentina hasta mediados de abril, después de que las autoridades de este país reconocieran la existencia de un brote de aftosa en la provincia de Buenos Aires.
Crotto, que apeló a la “buena voluntad” de estibadores y agentes aduaneros para evitar la comercialización de productos europeos, sean cárnicos o no, dijo que la medida tomada por la UE fue unilateral.
“Europa no puede manejar el comercio internacional”, afirmó el dirigente de la Rural.
El dirigente acusó al viejo continente de intentar “tapar” el mal de la vaca loca con la fiebre aftosa, una enfermedad que no se contagia a los seres humanos y sólo puede causar la muerte por inanición del ganado que se ve afectado.
“Los ingleses y los franceses se van a morir por la vaca loca, pero en la Argentina, por la aftosa no se va a morir nadie”, añadió Crotto.
El presidente de la Rural dijo que cargamentos de carne por valor de unos US$ 55 millones están navegando ahora hacia Europa, “y van a ser rebotados”, y otros US$ 20 millones en exportaciones están en proceso de ser enviados al exterior.
El reconocimiento por parte de las autoridades de la existencia de aftosa, el pasado martes, después de meses de especulaciones y rumores, hizo que se cerrasen los principales mercados para la carne argentina.
“Si no se toman medidas urgentes, la industria exportadora de carne va a la quiebra”, dijo hoy el gerente de la Unión de la Industria Cárnica de Argentina (Unida), Guillermo González.
El gerente de Unida estimó que las pérdidas económicas por el cierre de los principales mercados de exportación “rondarán los US$ 450 millones anuales”.
La primera consecuencia directa de las restricciones comerciales fue el cierre de un antiguo e importante frigorífico de la ciudad de Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires) que exportaba 70% de su producción a la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Canadá, Chile y Brasil.
El establecimiento Sadowa, que faenaba 7.000 vacunos al mes y facturaba US$ 45 millones anuales, daba trabajo a 300 personas.
La Organización Internacional de Epizootías había declarado a la Argentina en mayo del año pasado país libre de aftosa sin vacunación.
La Argentina, que tiene más vacas que habitantes, cuenta con una cabaña calculada en unos 50 millones de cabezas. Es el cuarto exportador de carne vacuna del mundo, con unos montos que se acercan a los US$ 5.600 millones de dólares anuales.
