Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, remarca que detrás de esta decisión y de los posibles anuncios del Presidente electo, los productores no venden.
“La duda es si es mejor tomar el dólar 50/50 para vender remanentes de físico hasta el 10 de diciembre a 610, o esperar al shock que se supone nos traerá Milei a 650 $/USD. Si bien lo segundo es más tentador, en teoría sería posible capitalizar la diferencia del tipo de cambio más alto vendiendo ahora, y el de la devaluación posterior, dolarizando el cobro. Incluso si queremos volver a quedar atado a la evolución de precios de los granos, se podrían comprar futuros. El problema es cómo dolarizarse, y hoy prima la decisión de aguardar”, analiza Romano.
Otra discusión son los derechos de exportación. “Fernando Vilella, académico de larga trayectoria y reconocimiento, bien consustanciado con el mundo productivo, sería quien podría tomar la cartera de Agricultura. Su postura es no reducir las tasas de derechos de exportación de maíz, soja y trigo en lo inmediato. Sí en otros granos con menor incidencia en la recaudación. Esto podrían ser buenas noticias para girasol y cebada”, profundiza el académico.
Por otra parte, también se habla de definir un certificado fiscal para recuperar en parte los derechos de exportación que se le trasladan al productor en los precios. “En este caso, al no bajar la alícuota que se paga por exportar, el precio en sí no cambiaría. La ventaja vendría por fuera. Esto hace pensar en que vender granos a valores interesantes de forward sería conveniente”, detalla.
El profesor de la sede Rosario de la Facultad de Ciencias Empresariales sostiene, a la vez, que la llegada de Milei despertó el optimismo. “Esto se debe a las conversaciones con posibles funcionarios de diferentes ámbitos, la buena repercusión internacional, y el comentario de Caputo, quien sería Ministro de Economía, de que el problema de la deuda se solucionaría sin quitas ni roleos”, puntualizó.
Aun así, a días de la asunción, para Romano todo esto es incertidumbre, “por ello en los productores está primando la retención de granos para cuando se comiencen a instrumentar las acciones que vienen trascendiendo”.
La cosecha de trigo en marcha en nuestro país genera mayores ventas, pero también se nota cierta expectativa por el nuevo gobierno, y los exportadores todavía no tienen buques programados. Mientras que la siembra de soja local gana ritmo por las buenas lluvias anteriores y expectativas de buenos registros en las próximas semanas.
Finalmente, en el contexto internacional, Brasil es, para Romano, “el tema del millón”. “Sabemos que EEUU terminó con leve suba en niveles de stocks, pero en zona de escasez, y que es el turno de Sudamérica para que las existencias globales vayan a buenos niveles. Sin embargo, Brasil (el mayor aportante) viene con atraso en lluvias y ritmo de siembra. Un 10% menos de producción en Brasil cambiaría totalmente el cuadro de situación de bajista a alcista. Eso genera especulación y precios con volatilidad en general al alza. Pero los analistas sostienen que la producción será buena, ya que sacrificarían el maíz. Mientras tanto, Argentina parece perfilada a una muy buena campaña de soja, con el mayor avance intersemanal de siembra en años”, puntualiza.
Por el lado de maíz, EEUU deja buenos stocks, pero no hay dudas de que en Brasil cedería todavía más área a soja y otros cultivos, ya que no se lo ve interesante.
“En nuestro país entre el poco maíz remanente, una siembra temprana mediocre, y consumos muy necesitados de grano, se ve chances de suba. Si bien el tardío podría encontrarse con buen clima, y poca competencia de Brasil, el mercado internacional no lo está viendo, ya que esto se volverá un tema diario de discusión en febrero o marzo”, concluye Romano.