<p>Los alcances económicos del desastre -se estiman en US$ 250 millones diarios para las aerolíneas mientras duró- superan los efectos del doble ataque de al-Qaeda contra Estados Unidos (2001). Por ende, la idea de un salvamento financiero resulta inevitable tras los billones de dólares repartidos entre banqueros perdidosos. Después de todo, han sido afectados los espacios aéreos de Escandinavia, el mar del Norte, media Europa, parte de Rusia, Ucrania, y una cuña sobre Canadá oriental. <br />
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Centros del aerotransporte –Londres, París, Londres, Estocolmo, Milán, Francfort, Moscú- permanecieron cerrados hasta nueve días. Sin accidentes que lamentar, afortunadamente, pronto la escena será ocupada por litigios cruzados entre compañías, bancos, operadores aeroportuarios, gobiernos y pasajeros varados.<br />
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Por ejemplo, la facultad o la decisión de abrir y cerrar aeropuertos reside en autoridades públicas, pero no excluye a los operadores privados, donde los haya. En otro plano, varios analistas subrayan otro nexo con el once de septiembre: la seguridad. En el primer caso, el clima de neurosis llegó a tornar traumático los embarques de pasajeros. En el segundo, millones de personas se quedaron varadas, en nombre de la seguridad en el aire. <br />
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Dado que ahora el público tiene derecho a indemnizaciones, las compañías apelarán a Washington y otros gobiernos para recobrar el lucro cesante, pues el seguro afirma carecer de esquemas aplicables a estos casos. Por otra parte, los vulcanólogos se muestran divididos sobre la futura actividad bajo ese glaciar y uno mucho mayor, Katla. Tampoco hay consenso técnico sobre el impacto de diferentes cantidades de cenizas y cristales en motores aéreos.<br />
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Pero esta crisis de la naturaleza pesca al negocio del aerotransporte en uno de su peores momentos. Lo asedian problemas tan viejos como la competencia de líneas con descuento, precios de carburantes, altos costos laborales y creciente regulación ambiental. La respuesta de muchas compañías no fue inteligente: una fuerte ola de fusiones y adquisiciones que desembocó en estructuras grandes, pesadas y costosas.</p>
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El aerotransporte tiene problemas con o sin volcán
Si bien este jueves parecían normalizarse los vuelos afectados por el Eyjafjallajökull, las dificultades del negocio datan de largo tiempo. Hoy, muchas empresas y aseguradoras plantean un rescate multinacional. Aeropuertos inclusive.