<p>Casi sin ciudadanos estadounidenses en territorio ocupado por fieles a Muammar Ghadafi, Washington tiene manos libres para presionar militarmente al coronel. La paulatina movilización de efectivos, naves, helicópteros y aviones forma un “círculo de hierro” a escasa distancia del litoral.<br />
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En otro plano, EE.UU. ha congelado ventas de armas y componentes, amén de cortar la escasa cooperación militar entre ambos países. Parte del despliegue involucra a la Organización del Tratado Noratlántico (Otan) y abarca apoyo logístico humanitario cerca de la frontera tunecina. Por otra parte, algunas compañías petroleras colaboran desde ayer con el gobierno provisional para mantener oleoductos y evitar ataques de mercenarios contra instalaciones de bombeo.<br />
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Mientras tanto, las autoridades de Washington han congelado US$ 30.000 millones de activos libios en jurisdicción norteamericana. Es el mayor caso de bloqueo federal. La contrapartida de estas acciones es una zona de exclusión aérea. Su idea es trabar ataques del régimen a civiles y poblaciones en manos de los rebeldes.<br />
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Menos drástica, la Unión Europea se limita por ahora a un embargo total de armamentos y la congelación de visas a veintiséis miembros de la familia, empezando por su jefe. Las medidas de Bruselas muestran un matiz interesante: comprenden armas de uso policial. <br />
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Otra curiosidad: circula en Europa occidental una lista de destinos para Muammar Ghadafi. Son muy variados y abarcan gobiernos tan poco presentables como Zimbabwe, ambos Congo, Guinea ecuatorial, Bielorrusia, Kazajstán o Uzbekistán. No figuran todavía Cuba, Nicaragua ni Venezuela. <br />
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EE.UU. se despliega y exige irse a Ghadafi
El presidente Barack Obama le lanzó un virtual ultimátum al libio vía la secretaria de estado Hillary Rodham Clinton. Mientras, la sexta flota cierra un círculo sobre las costas occidentales y tropas rebeldes de Cirenaica se acercan a Sirte.