Los EE.UU. se juegan por las coronas árabes

Ante la ola de sublevaciones en Levante, a Washington lo asusta una realidad nada democrática: en el Islam, los presidentes caen pero los monarcas sobreviven. Claro que con excepciones. Líbano, es una república, que es duradera, laica y pluriétnica.

1 marzo, 2011

<p>La nueva geograf&iacute;a, desde Mauritania hasta Om&aacute;n, incluye dos mandatarios depuestos (el egipcio Hosni Mubarak, el tunecino Zin ben Al&iacute;), uno a punto de sucumbir en una guerra civil (el libio Muammar Ghadafi) y otro tambaleante, Al&iacute; Abdull&aacute; Saleh (Yemen). Sin llegar al extremo del coronel, el departamento de estado no da mucho por &eacute;l y s&iacute; bastante por la escisi&oacute;n de Ad&eacute;n, ex Suryem&eacute;n.<br />
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Entre las cabezas coronadas, la m&aacute;s en riesgo pertenece al emir (no &ldquo;rey&rdquo;) de Bahrein, Hamad ben Isa al Jalifa. En su caso, un par de masacres contra la mayor&iacute;a shi&iacute;ta no le quit&oacute; al sue&ntilde;o a EE.UU., cuya quinta flota amarra en el archipi&eacute;lago. Entretanto, tampoco preocupa en Washington la suerte del rey Abdull&aacute; II ibn Sa&uacute;d, cuya r&iacute;gida teocracia wahhab&iacute; hace concesiones o reformas seg&uacute;n evolucionan las cosas. As&iacute; se vio la semana pasada.<br />
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La aparente estabilidad de los monarcas est&aacute; alterando la propia pol&iacute;tica &aacute;rabe de la Casa Blanca, que marcha hacia una doctrina muy pragm&aacute;tica identificada con Hillary Rodham Clinton: la estabilidad por encima de todo y la democracia en segundo o tercer plano. Aunque implique respaldar a los monarcas m&aacute;s opresores y distanciarse de los presidentes. Eso explica que, d&iacute;as atr&aacute;s, Washington sacara de la galera a otro emir, Sayyid Muhammad ar-Rida as-Senus&iacute;, descendiente del rey libio Idr&iacute;s. Pero el gobierno provisional de Cirenaica (cuyas tropas entraron este martes en Tripolitania) no se mostr&oacute; interesado.<br />
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Ni las doctrinas de ambos Bush ni la de Rodham Clinton pueden obrar maravillas. Particularmente, porque el ajedrez &aacute;rabe es a varias puntas. Contiene una plataforma de reg&iacute;menes presidenciales laicos pero autoritarios (Siria, Mauritania, Argelia, Yemen, Sud&aacute;n), una de monarqu&iacute;as teocr&aacute;ticas &ndash;Saudiarabia, Bahrein, Om&aacute;n- y una moderada (Jordania, Kuwait, Qatar, Uni&oacute;n de Emiratos &Aacute;rabes) y dos estados laicos relativamente democr&aacute;ticos, L&iacute;bano y Palestina.</p>
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