<p>El experto financiero no está solo, pues otros pintan cuadros nada positivos para el bienio 2010-11. Hatzius –un republicano- es quizás el más tremendista, ya que pronostica un desempleo que aumentará del actual 10% a cerca de 11% a mediados de 2011. Justamente, antes de los comicios parlamentarios de medio tiempo.<br />
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Aun los menos pesimistas, como Bruce Kasman (JPMorgan Chase), estiman que la desocupación en el sector privado persistirá bastante por encima del promedio en el periodo 1999-2008 (5,6% anual). Este analista augura 3,4% el crecimiento del producto bruto interno para todo 2010, superando la media de 2,6% calculaba por 83 gurúes de Bloomberg. Kasman sostiene que el desempleo promediará 9,9% el año próximo y 9.3% el subsiguiente.<br />
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En un plano de mayor alcance, “Japón empieza a preocuparnos como parámetro”, señala David Wyss, analista principal de Standard & Poor’s Nueva York. Pero sospecha que “EE.UU. está más cerca de la esclerosis europea que del largo estancamiento japonés”. <br />
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Un tenaz desempleo estilo transatlántico significa que la Reserva Federal (reunida ahora por última vez en el año) no elevará tasas referenciales, que continúan en 0% anual (básica) y 0,25% (redescuento mayorista). A Wyss no lo sorprendería que “estos pisos llegasen al tercer trimestre de 2010 o, aun, al primero de 2011”.<br />
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En cuanto a inversores en bonos de tesorería, deben esperar considerables emisiones. El móvil es claro: “el déficit del ejercicio fiscal 2009/10 superará el récord del lapso previo, US$ 1,4 billones”, adelanta Kasman. “El desempleo –añade- mantendrá el rojo presupuestario en niveles nominales sin precedentes”.<br />
Su postura ortodoxa hace al analista de Goldman Sachs sacar una conclusión socialmente dura. “Un desempleo alto puede facilitarle a hacienda financiar esos déficit a bajo costo. Por ejemplo, hace cuatro semanas tesorería colocó US$ 44.000 millones en letras a dos años ofreciendo 0,802% de rinde, mínimo nunca alcanzado antes”. <br />
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En otro plano, Allen Sinai -un neoclásico- afirma que las empresas de la cartera Standard & Poor’s 500 avanzarán el año entrante algo más de 20%. Esto lo apoya en el desempeño del tercer trimestre, +11%, el mayor desde enero-marzo de 2004. Así lo informaba el departamento federal de comercio a fin de noviembre. En ese punto, el S&P 500 ganaba 64% sobre el piso de doce años, tocado en marzo.<br />
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Este complejo juego de cifras y expectativas deja un poco en al aire a los analistas ortodoxos de Wall Street. Ni los pesimistas pueden demostrar un estancamiento estilo japonés –que data de 1991 con esporádicas reacciones-, ni los optimistas reúnen bastantes señales de una esclerosis tipo europeo… a ambas orillas de Atlántico.<br />
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EE.UU.: ¿euroesclerosis o estancamiento japonés?
Goldman Sachs sale a tirar malas ondas. Jan Hatzius, su analista jefe, cree que la economía norteamericana tal vez salga de la recesión iniciada en diciembre de 2007. Pero teme que afronte una esclerosis crónica estilo Europa occidental