<p>Este 8,3% de la población activa en enero marca un suave retroceso respecto del 8,5% de diciembre y no es buena noticia para Mitt Romney, que ya se ve como favorito en la carrera de la oposición. Si el desempleo sigue aflojando al ritmo actual (se recrearon 243.000 puestos laborales el último mes), las posibilidades demócratas mejorarán.<br />
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Naturalmente, Obama y su vicepresidente Joseph Biden recordaron esta semana la génesis de esta desocupación y del prodigioso déficit fiscal: el doble mandato de George W. Bush. En esos años, se perdieron ocho millones de puestos. Luego, la crisis sistémica de 2007/10 –otro legado del presidente del republicano- añadió un millón.<br />
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Curándose en salud, su sucesor advirtió que “estas cifras subirán y bajarán al correr de los meses. Pero la tendencia de fondo señala que vamos por el buen camino”. A criterio de varios analistas, el nuevo dato es positivo por donde se lo mire. En esencia, subió la demanda laboral y más individuos salieron a buscar vacantes. Hasta noviembre, cabe subrayar, la reducción de la masa trabajadora contribuía a disminuir ficticiamente el nivel de desocupación.<br />
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Resulta sintomático un detalle:<em> Wall Street Journal</em> y <em>Financial Times</em> admitieron que más gente encuentra empleo. Ambos medios se caracterizan por su proclividad hacia los republicanos. Entretanto, Romney trata de desvirtuar las estadísticas sosteniendo que “hay 24 millones en pos de buenos empleos y Obama no ayuda a que lo encuentren”.<br />
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Desde el otro lado, Biden observa que la gestión de Bush fue clave en el avance del desempleo desde 2005. En realidad, la cantidad de desocupados en Estados Unidos viene cediendo gradualmente desde 2010 y ahora, con 12.800.000, alcanza el guarismo más bajo desde 2009. Para los demócratas, la senda será abrupta: hacen falta otros seis millones de puestos para neutralizar la herencia que los republicanos se resisten a asumir<br />
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EE.UU.: 8,3%, el menor desempleo en tres años
Esta vez, el presidente Barack Obama se decidió y vislumbra signos de recuperación en la economía física. Pero Wall Street opta por la cautela y el conservador Benjamin Bernanke un republicano- insiste en que el desempeño macro es frustrante.