Dos meses consecutivos de saldo comercial negativo

Con importaciones que volvieron a crecer muy por encima de las exportaciones, el saldo resultó deficitario por segundo mes consecutivo. El déficit de julio alcanzó los US$ 437 millones, cuando en igual mes del año pasado había resultado superavitario en US$ 1.537 millones.

23 agosto, 2022

De esta manera,- advierte la consultora ABECEB- se consolida la brecha entre el ritmo de crecimiento de exportaciones e importaciones: si bien estas últimas crecieron por encima de las primeras durante todo 2022, la diferencia en julio fue muy marcada.

En números: mientras que en los primeros seis meses del año la brecha fue de 19 p.p. (producto de exportaciones e importaciones que crecieron 26% i.a. y 44% i.a. respectivamente), en julio las exportaciones se incrementaron tan solo 7,2% i.a., y las importaciones un 43,7% i.a., ampliándose la brecha entre ambas a un notable 36,5 p.p.

Las importaciones crecieron un 43,7% i.a. en julio (como consecuencia de la suba de 27,8% en precios y 12,4% en cantidades) y alcanzaron los US$ 8.210 millones, cifra apenas inferior al récord de junio.

 

Al desagregar por rubros, se evidencia una dinámica similar a la del mes anterior:

 

  • En primer lugar, si bien todos los rubros -salvo “Resto”- de importación crecieron en términos anuales -algo que ya había ocurrido durante junio-, volvió a destacarse el aumento de las importaciones energéticas. En números, la compra de Combustibles y lubricantes (CyL) se incrementó un notable 217,7% i.a. (+111,3% los precios y +50,8% las cantidades).

 

  • En segundo lugar, tal como sucedió en junio, los rubros CyL y Bienes intermedios (BI) fueron los únicos cuyo valor importado subió más por precio que por cantidades -de hecho, en este mes el volumen importado de BI cayó un 10% i.a-. En este sentido, las cantidades importadas de Piezas y accesorios para bienes de capital subieron 27,2% i.a. (+3,3% sus precios), las de Vehículos automotores de pasajeros 26,1% i.a. (+12,2% los precios), aquellas de Bienes de capital 22,2% (+1,0% sus precios) y las de Bienes de Consumo 10,6% i.a. (+6,6% sus precios).

 

Por el lado de las exportaciones, si bien durante julio crecieron un 7,2% en términos anuales, este incremento fue pura y exclusivamente gracias a la suba de 13,4% en sus precios, ya que las cantidades se redujeron en un 5,6% i.a. -algo que ya sucedió en mayo y junio-. Con todo, las ventas al exterior alcanzaron los US$ 7.773 millones.

Al interior, salvo las Manufacturas de origen industrial que registraron aumentos tanto en precio como cantidades exportadas, el resto de los rubros mostró contracciones en los volúmenes exportados. En detalle: las cantidades de Combustibles y energía cayeron 31,2% i.a., seguido por Productos primarios (-7,0% i.a.) y Manufacturas de origen agropecuario (-6,3% i.a.). Los tres rubros lograron crecer solo por la suba de precios, que fue de 57,4% i.a., 12,4% i.a., y 19,6% i.a., respectivamente.

 

De todas formas, si bien los altos precios de las exportaciones permiten contrarrestar las menores cantidades vendidas, lo cierto es que los términos de intercambio se han deteriorado en relación con lo evidenciado durante los primeros meses del año. Y aquí radica una de las claves del deterioro en el saldo comercial -además de la mayor necesidad de importar energía en invierno-, que pasó de acumular un superávit de US$ 2.840 millones en los primeros cuatro meses, a un déficit de USD 184 millones en mayo-jul.

Con todo, durante los primeros siete meses del año las exportaciones alcanzaron los US$ 52.150 millones, mientras que las importaciones US$ 49.494 millones. Así, el superávit comercial fue de US$ 2.656 millones, un 68% menor al acumulado en igual período de 2021.

Perspectivas

Hacia adelante se espera que el saldo comercial vuelva a ser positivo como a comienzos de año, principalmente por la menor necesidad de importar energía -en el agregado, ya que en agosto y septiembre estas pueden seguir altas-.

En este sentido, debe destacarse que i) las compras energéticas representaron el 24% de las compras totales de may-jul (vs. un 14% durante los primeros cuatro meses del año), ii) las importaciones totales crecieron US$ 2.495 millones en términos anuales durante julio, en donde las compras energéticas pasaron de USD 718 millones en julio 2021 a USD 2.281 millones el último mes. Es decir, explicaron el 60% de la suba total del mes.

De todas formas, habrá que seguir de cerca la evolución de los términos de intercambio, que beneficiaron notablemente al país durante el primer trimestre, que muestra en un deterioro desde abril. De hecho, estos se deterioraron un 7% en el segundo trimestre en relación con el primero, algo que volvió a profundizarse en julio, ya que los precios de las exportaciones subieron un 13,4%, y el de las importaciones un 27,8%. De esta manera, de haberse mantenido los precios de julio 2021, el saldo comercial hubiera sido superavitario en US$ 425 millones -en lugar de deficitario por US$ 437 millones-.

En este sentido, será fundamental el accionar de la FED, ya que la suba de tasas suele correlacionar con una caída en los precios de las commodities -como consecuencia de una apreciación del dólar-, lo que impactaría de forma negativa en la balanza comercial. Igualmente, debe destacarse que, si bien la FED continuaría con el endurecimiento monetario, el dato inflacionario de julio en EEUU fue bastante más positivo de lo esperado, lo que podría llevarla a moderar el ritmo de subas de tasas, conteniendo la caída de los precios evidenciada desde abril.

Con todo, se augura un fin de año en el que el Gobierno mantendrá fuertes restricciones a las importaciones, concediendo algunas excepciones especificas a sectores considerados claves.

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