sábado, 21 de diciembre de 2024

Donald Trump sigue sin escuchar

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Convencido de que lo peor ya pasó, quiere reabrir la economía.

El virus ofrece una prueba de resiliencia única para cada uno de los países. Algunos países salen bastante bien parados. Estados Unidos no,a pesar de sus inigualables recursos científicos. Lo que es peor, está mostrando pocas señales de mejorar su desempeño. A seis semanas de su primera muerte por coronavirus, la curva de su aprendizaje es más chata que la de la tasa de infecciones, cuando debería ser al revés, dice Edward Luce en el Financial Times.

 

Apenas 1% de la población del país ha sido testeada, o sea 3,2 millones de personas. No tienen suficientes equipos de testeo. El promedio de tests diarios no pasó de 140.000 en las últimas dos semanas, mucho menos del nivel que dicen los científicos es necesario para medir el alcance de la pandemia.

 

Trump no fue el único que se despertó tarde a la amenaza de la pandemia. Boris Johnson en Gran Bretaña también. Los epidemiólogos dicen que si Estados Unidos hubiera declarado la cuarentena dos semanas antes 90% de las muertes se habrían evitado. Según las cifras oficiales, 30.000 norteamericano han fallecido.

 

Y sin embargo, Trump anunció que el jueves próxima anunciará la reapertura de la economía a partir del 1 de mayo. Si bien los estados más golpeados seguirán con sus planes, no habrá un proyecto federalque organice las actividades ni tampoco los tests, los tratamientos y la búsqueda de la vacuna. El país tendrá que conformarse con la investigación de un conjunto de laboratorios, compañías y filántropos. Todos son excelentes, pero están muy fragmentados.

 

Para Trump, Estados Unidos ya pasó el pico y la no apertura de la economía costaría más vidas que el cierre. Según Luce, una nueva ola de Covid-19 que provocara una segunda cuarentena sería un golpe mucho más grande para la riqueza estadounidense que un cauteloso retorno al trabajo a lo largo de varios meses.

Los líderes y el pueblo de Estados Unidos se unificaron después de la Gran Depresión, Pearl Harbour y el lanzamiento del Sputnik. Contrariamente, el Covid-19 está incentivando la caza de chivos expiatorios en los que descargar la responsabilidad. El coronavirus está acrecentando la grieta en el país del norte.

 

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