Documento eclesial sobre crisis social
Anticipo de las conclusiones del plenario del Episcopado, quien "comprende a la gente en su desesperación", pero no justifica los cortes como metodología . El sábado se leerá un documento sobre la situación social.
Los obispos continúan deliberando sobre la situación socioeconómica de la Argentina, intentando decidir cuál será la postura que adoptará la Iglesia Católica al respecto.
El Episcopado manifestó ayer (miércoles 8) una actitud comprensiva hacia los desocupados y personas con graves necesidades que, “como una manera de reclamarle al Estado ayuda de emergencia”, producen cortes de rutas en distintos puntos del país, aunque no se justificó la metodología.
Los piquetes, de acuerdo a la posición que está tomando la Iglesia, “No son un mecanismo correcto”, pero surgen como la punta del iceberg de “necesidades sociales impostergables”.
Los obispos señalaron que “Es claro que el país reclama pagar una deuda social, superar una profunda inequidad” y rescataron la importancia de la función mediadora de los políticos para superar esta situación.
La Iglesia fijó su posición cuando los cortes de ruta tienden a multiplicarse, acaso alentados por el que se produjo la semana pasada en La Matanza y que derivó en una negociación que posibilitó su levantamiento tras otorgarse importantes concesiones.
Los participantes del cónclave eclesiástico adelantaron parte del documento que darán a conocer el día sábado, marcando las pautas básicas del papel que la Iglesia quiere asumir frente a la crisis y que está siendo analizado por el plenario.
“La Iglesia quiere estar cerca de las vicisitudes cotidianas, acompañar a la gente, hacer propuestas morales y a veces formular una denuncia”, precisó. No obstante, puso un límite a la acción de los obispos: “No nos corresponde ocupar el lugar de los políticos ni dar soluciones técnicas, sino dar orientaciones”, señalaron los obispos presentes.
responderán” .El obispo de San Rafael, monseñor Guillermo Garlatti, confirmó que estudian la posibilidad de que, al término del cónclave, se difunda una declaración sobre la realidad nacional.
Los obispos continúan deliberando sobre la situación socioeconómica de la Argentina, intentando decidir cuál será la postura que adoptará la Iglesia Católica al respecto.
El Episcopado manifestó ayer (miércoles 8) una actitud comprensiva hacia los desocupados y personas con graves necesidades que, “como una manera de reclamarle al Estado ayuda de emergencia”, producen cortes de rutas en distintos puntos del país, aunque no se justificó la metodología.
Los piquetes, de acuerdo a la posición que está tomando la Iglesia, “No son un mecanismo correcto”, pero surgen como la punta del iceberg de “necesidades sociales impostergables”.
Los obispos señalaron que “Es claro que el país reclama pagar una deuda social, superar una profunda inequidad” y rescataron la importancia de la función mediadora de los políticos para superar esta situación.
La Iglesia fijó su posición cuando los cortes de ruta tienden a multiplicarse, acaso alentados por el que se produjo la semana pasada en La Matanza y que derivó en una negociación que posibilitó su levantamiento tras otorgarse importantes concesiones.
Los participantes del cónclave eclesiástico adelantaron parte del documento que darán a conocer el día sábado, marcando las pautas básicas del papel que la Iglesia quiere asumir frente a la crisis y que está siendo analizado por el plenario.
“La Iglesia quiere estar cerca de las vicisitudes cotidianas, acompañar a la gente, hacer propuestas morales y a veces formular una denuncia”, precisó. No obstante, puso un límite a la acción de los obispos: “No nos corresponde ocupar el lugar de los políticos ni dar soluciones técnicas, sino dar orientaciones”, señalaron los obispos presentes.
responderán” .El obispo de San Rafael, monseñor Guillermo Garlatti, confirmó que estudian la posibilidad de que, al término del cónclave, se difunda una declaración sobre la realidad nacional.
