Derivados: el negocio se defiende de sus críticos

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Estos días, el sector financiero reforma las normas para subscribir contratos derivados. Por elevación, uso de instrumentos derivativos y sus bases matemáticas. Objeto: minimizar sus riesgos sistémicos.

En una forma apresurada de autorregulaci&oacute;n, 1.400 banqueros y gestores de activos adoptar&aacute;n nuevos protocolos, que les facilitar&aacute;n a los inversores seguir qu&eacute; sucede con los derivados crediticios en casos de cese de pagos o insolvencia.<br />
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Vale decir, cuando se transforman en activos t&oacute;xicos. Tocante al mercado norteamericano, se agrega un patr&oacute;n para fijarles precio a tipos de contratos hasta ahora sin par&aacute;metros estables ni claros.<br />
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Estas iniciativas se originan en crecientes cr&iacute;ticas a toda una gama de derivados financieros, cuyo detonante fue el esc&aacute;ndalo de American International Group. Estos factores y otros estuvieron en primer plano durante la reciente cumbre convocada en Londres por el Grupo de los 20. <br />
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En ese &aacute;mbito y otros, arreciaron exigencias de par&aacute;metros claros y transparentes. Robert Pickel, presidente de la asociaci&oacute;n internacional de pases y derivados (ISDA en la sigla inglesa) confirm&oacute; que las repentinas reformas tienden a demostrar que el negocio reacciona ante la ola de objetores. Entre ellos, economistas serios y bancos centrales.<br />
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Sin embargo, algunos banqueros expertos en el segmento reconocen que los cambios demandar&aacute;n tiempo para compatibilizar contratos. Particularmente, porque Europa occidental va a la zaga de EE.UU. en la materia. Adem&aacute;s, autoridades reguladoras a ambos lados del Atl&aacute;ntico norte estiman que los alcances de esa reforma son por dem&aacute;s escuetos.<br />
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La propuesta autorreguladora no viene sola. Seg&uacute;n sus promotores, se complementar&aacute; con otras medidas; entre ellas, una c&aacute;mara compensadora (clearing) central. En s&iacute;, es una innovaci&oacute;n que desborda el &aacute;mbito derivativos y hace a la c&aacute;mara intercontinental (ICE) y su nuevo fideicomiso hom&oacute;nimo (ICETrust). En sus primeras cuatro semanas de operaci&oacute;n &ndash;hasta el viernes 3- pasaron 613 contratos por US$ 71.000 millones.

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