Delitos y armas de fuego: más penas
El Senado aprobaría, hoy, el proyecto de ley que aumenta las penas para delitos cometidos con armas de fuego. Críticas porque no se tratan los cometidos con otro tipo de armas.
La Cámara de Senadores deberá decidir si aprueba la modificación al Código Penal que fue impulsada desde diputados y que aumenta las penas para delitos cometidos con armas de fuego. El proyecto fue aprobado por la Cámara baja en 1999 y hoy será considerado por los senadores.
Algunas voces se alzan marcando ciertas omisiones del proyecto; sólo se elevan las penas en el caso de delitos cometidos con armas de fuego, pero no se hace mención a ningún otro tipo de elemento con el que pueda atacarse a una persona.
El proyecto presentado tiene muchos puntos en común con el que fuera aprobado hace unos meses en la provincia de Buenos Aires. Se aumentarán las penas para el homicidio simple, la privación ilegítima de la libertad y las lesiones (siempre que intervenga un arma de fuego en el siniestro).
Los legisladores intentan aprobar esta ley en un contexto en que la profusión de armas de fuego va en constante aumento. De acuerdo a datos emanados del Registro Nacional de Armas, en 1993 había unas 400 mil armas registradas en el país; hoy el número asciende a casi 2 millones; a esta cifra –de armamento registrado– hay que añadirle otro millón que circula por el mercado ilegal.
La Cámara de Senadores deberá decidir si aprueba la modificación al Código Penal que fue impulsada desde diputados y que aumenta las penas para delitos cometidos con armas de fuego. El proyecto fue aprobado por la Cámara baja en 1999 y hoy será considerado por los senadores.
Algunas voces se alzan marcando ciertas omisiones del proyecto; sólo se elevan las penas en el caso de delitos cometidos con armas de fuego, pero no se hace mención a ningún otro tipo de elemento con el que pueda atacarse a una persona.
El proyecto presentado tiene muchos puntos en común con el que fuera aprobado hace unos meses en la provincia de Buenos Aires. Se aumentarán las penas para el homicidio simple, la privación ilegítima de la libertad y las lesiones (siempre que intervenga un arma de fuego en el siniestro).
Los legisladores intentan aprobar esta ley en un contexto en que la profusión de armas de fuego va en constante aumento. De acuerdo a datos emanados del Registro Nacional de Armas, en 1993 había unas 400 mil armas registradas en el país; hoy el número asciende a casi 2 millones; a esta cifra –de armamento registrado– hay que añadirle otro millón que circula por el mercado ilegal.
