Deflación: quizá la Reserva Federal no sepa cómo manejarla

Algunos expertos temen que el Sistema de Reserva Federal continúe rebajando tasas referenciales, aunque la economía real supere el estancamiento. Motivo: el banco central estadounidense se aferra a instrumentos convencionales o anacrónicos.

15 junio, 2003

¿El arsenal técnico del SRF sirve para manejar contextos deflacionarios? ¿no le ocurrirá lo mismo que al Banco Central Europeo, aferrado a políticas antinflacionarias fuera de tiempo y lugar? Con Alan Greenspan virtualmente reclutado en la campaña reelectoral de George W.Bush, analistas y observadores europeos dudan de que el SRF sepa exactamente cómo afrontar la deflación.

De ser así, es probable que, presionado desde la Casa Blanca, el SRF siga reduciendo tasas básicas, hoy en un exiguo 1,25% anual, aunque la economía física haya comenzado realmente a abandonar un estancamiento que data de 2001. El problema es que los instrumentos no convencionales (compra de bonos federales largos, por ejemplo) tampoco funcionen, en un marco de déficit fiscal creciente –este ejercicio puede pasar los US$ 400.000 millones, un récord este ejercicio-, donde el gobierno deberá emitir más deudas. Vale decir, vender bonos en vez de comprarlos.

“Directores y técnicos del SRF están mucho más inquietos de lo que admiten en público. Buscan calmar los nervios –señalaba a Reuter’s Douglas Lee, CEO de la consultora londinense Economics-, pero su verdadera capacidad de controlar las actuales variables monetarias es baja. Ése será el verdadero tema cuando se reúna el comité de mercado abierto, el 24 de este mes”.

Greenspan lo sabe. De ahí que sus recientes mensajes en Evian y Berlín subrayen “la falta de experiencia práctica del SRF en materia de tendencias deflatorias. Nos hacen falta herramientas más flexibles o refinadas. Pero todavía no conocemos bien el fenómeno que hemos de contener”. Lo malo es que el CEO de la Reserva Federal sea tan franco sólo cuando habla para profesionales y lejos de Washington. Entretanto, ese sinceramiento hace sospechar a los mercados que el SRF puede achicar los tipos referenciales a 0,75 ó 1%, antes de terminar junio. “Las tasas básicas han sido rebajadas de 6,5 a 1,25% anual en apenas tres años y esto empieza a parecer Japón, donde la inanidad del banco central ante la deflación deprime la economía desde 1991. Los niveles norteamericanos son ya los mínimos desde 1962 –señalaba Lawrence Ball, de la universidad John Hopkins, una usina derechista- y cualquier rebaja ulterior tendrá escasos efectos estimulantes”.

¿El arsenal técnico del SRF sirve para manejar contextos deflacionarios? ¿no le ocurrirá lo mismo que al Banco Central Europeo, aferrado a políticas antinflacionarias fuera de tiempo y lugar? Con Alan Greenspan virtualmente reclutado en la campaña reelectoral de George W.Bush, analistas y observadores europeos dudan de que el SRF sepa exactamente cómo afrontar la deflación.

De ser así, es probable que, presionado desde la Casa Blanca, el SRF siga reduciendo tasas básicas, hoy en un exiguo 1,25% anual, aunque la economía física haya comenzado realmente a abandonar un estancamiento que data de 2001. El problema es que los instrumentos no convencionales (compra de bonos federales largos, por ejemplo) tampoco funcionen, en un marco de déficit fiscal creciente –este ejercicio puede pasar los US$ 400.000 millones, un récord este ejercicio-, donde el gobierno deberá emitir más deudas. Vale decir, vender bonos en vez de comprarlos.

“Directores y técnicos del SRF están mucho más inquietos de lo que admiten en público. Buscan calmar los nervios –señalaba a Reuter’s Douglas Lee, CEO de la consultora londinense Economics-, pero su verdadera capacidad de controlar las actuales variables monetarias es baja. Ése será el verdadero tema cuando se reúna el comité de mercado abierto, el 24 de este mes”.

Greenspan lo sabe. De ahí que sus recientes mensajes en Evian y Berlín subrayen “la falta de experiencia práctica del SRF en materia de tendencias deflatorias. Nos hacen falta herramientas más flexibles o refinadas. Pero todavía no conocemos bien el fenómeno que hemos de contener”. Lo malo es que el CEO de la Reserva Federal sea tan franco sólo cuando habla para profesionales y lejos de Washington. Entretanto, ese sinceramiento hace sospechar a los mercados que el SRF puede achicar los tipos referenciales a 0,75 ó 1%, antes de terminar junio. “Las tasas básicas han sido rebajadas de 6,5 a 1,25% anual en apenas tres años y esto empieza a parecer Japón, donde la inanidad del banco central ante la deflación deprime la economía desde 1991. Los niveles norteamericanos son ya los mínimos desde 1962 –señalaba Lawrence Ball, de la universidad John Hopkins, una usina derechista- y cualquier rebaja ulterior tendrá escasos efectos estimulantes”.

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