La semana anterior fue testigo de un debate sobre política fiscal que involucró al Gobierno nacional y a dos de los más importantes gobernadores de la oposición: Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota. En realidad en esa polémica está reflejada la que se plantea en la sociedad argentina y a nivel internacional en torno a la globalización de la economía y sus consecuencias.
En el último día hábil, el viernes, el ministro de Economía anunciaba un nuevo recorte al gasto publico de $600 millones. Con la baja presupuestaria anunciada en enero, esta cifra pretende redondear $2.000 millones de ahorro.
¿Cómo prevé José Luis Machinea aplicar el reajuste presupuestario?
·Recortes en todos los ministerios.
·Bajas en el gasto salarial, sin afectar los sueldos del sector público.
·Acuerdo con las provincias para encarar un proyecto compartido con la Nación para recortar gastos.
El ministro declaró que la decisión de ahorrar $ 600 millones más había sido adoptada por el Presidente de la Rúa al cabo de la reunión celebrada en Olivos con el gabinete nacional, los senadores y diputados de la coalición gubernamental.
El controvertido proyecto de gravar los plazos fijos de las empresas será colocado en el “freezer”. “Vamos a tomarnos un tiempo”, aseveró. La reacción malhumorada de los mercados de capitales justificaba esta actitud de prudencia que encaja perfectamente en el estilo de conducción presidencial.
Machinea habló ante sus oyentes de “ruidos negativos” captados por el sonar oficial. Es que también se sumaba la reacción de las bolsas que se reflejará negativamente en los bonos externos argentinos, ante el aumento en el riesgo país.
El titular de Economía hizo otros anuncios:
·El gobierno impulsará inversiones en grandes proyectos, con financiación asegurada, y dentro de lo posible con retorno asegurado en lo inmediato. Caso típico: ampliación de la capacidad de generación de Yacyretá.
·Se racionalizarán los planteles de la AFIP y de Vialidad. En la primera se estima reducir el personal en 2000 agentes.
·Se cumplirán cabalmente las metas fijadas por el FMI para el segundo trimestre.
·La reforma de la ley de coparticipación federal será meta prioritaria.
Con esas declaraciones se calmaron las agitadas aguas de la preocupación de empresarios, banqueros y analistas. Se desplazaban de su percepción los espectros del rojo fiscal entrevisto para disgusto del FMI, del anunciado aumento de 9% a 25% del anticipo de Ganancias para las empresas en junio y la perspectiva de que podrían gravarse los plazos fijos.
La semana anterior fue testigo de un debate sobre política fiscal que involucró al Gobierno nacional y a dos de los más importantes gobernadores de la oposición: Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota. En realidad en esa polémica está reflejada la que se plantea en la sociedad argentina y a nivel internacional en torno a la globalización de la economía y sus consecuencias.
En el último día hábil, el viernes, el ministro de Economía anunciaba un nuevo recorte al gasto publico de $600 millones. Con la baja presupuestaria anunciada en enero, esta cifra pretende redondear $2.000 millones de ahorro.
¿Cómo prevé José Luis Machinea aplicar el reajuste presupuestario?
·Recortes en todos los ministerios.
·Bajas en el gasto salarial, sin afectar los sueldos del sector público.
·Acuerdo con las provincias para encarar un proyecto compartido con la Nación para recortar gastos.
El ministro declaró que la decisión de ahorrar $ 600 millones más había sido adoptada por el Presidente de la Rúa al cabo de la reunión celebrada en Olivos con el gabinete nacional, los senadores y diputados de la coalición gubernamental.
El controvertido proyecto de gravar los plazos fijos de las empresas será colocado en el “freezer”. “Vamos a tomarnos un tiempo”, aseveró. La reacción malhumorada de los mercados de capitales justificaba esta actitud de prudencia que encaja perfectamente en el estilo de conducción presidencial.
Machinea habló ante sus oyentes de “ruidos negativos” captados por el sonar oficial. Es que también se sumaba la reacción de las bolsas que se reflejará negativamente en los bonos externos argentinos, ante el aumento en el riesgo país.
El titular de Economía hizo otros anuncios:
·El gobierno impulsará inversiones en grandes proyectos, con financiación asegurada, y dentro de lo posible con retorno asegurado en lo inmediato. Caso típico: ampliación de la capacidad de generación de Yacyretá.
·Se racionalizarán los planteles de la AFIP y de Vialidad. En la primera se estima reducir el personal en 2000 agentes.
·Se cumplirán cabalmente las metas fijadas por el FMI para el segundo trimestre.
·La reforma de la ley de coparticipación federal será meta prioritaria.
Con esas declaraciones se calmaron las agitadas aguas de la preocupación de empresarios, banqueros y analistas. Se desplazaban de su percepción los espectros del rojo fiscal entrevisto para disgusto del FMI, del anunciado aumento de 9% a 25% del anticipo de Ganancias para las empresas en junio y la perspectiva de que podrían gravarse los plazos fijos.
