De Vido apura obras, pero la crisis global frena argentinización de YPF

La volatilidad de los mercados restó liquidez para la arquitectura financiera que presentó Eskenazi. Pero el ministro de Planificación no quiere irse con la lapicera cargada y pretende firmar contratos por $ 25.000 millones antes de diciembre.

23 agosto, 2007

La compra de 25 % de las acciones de YPF a Repsol que impulsó el gobierno argentino para el empresario allegado Enrique Eskenazi difícilmente integre el inventario que dejará Néstor Kirchner de la gestión que culmina en diciembre.

Los trámites para la colocación de los títulos en las bolsas de Madrid y Nueva York ya venían complicándose por la intrincada arquitectura financiera que armó el grupo propietario del Banco de Santa Cruz y también habría pesado una denuncia a funcionarios de la provincia patagónica por presunto lavado de dinero en una operación realizada en Santa Fe.

Pero el golpe de gracia lo dio la crisis desatada en los mercados por la caída de fondos de riesgo más comprometidos con la llamada burbuja inmobiliaria.

Aunque todavía no pueda decirse que Eskenazi haya quedado fuera de carrera por YPF, sí es casi seguro que, en todo caso, la operación pase para el próximo gobierno. Y lo que antes nadie dudaba, el triunfo de los Kirchner, hoy al menos no se tiene por tan seguro.

La llamada “argentinización” de YPF es clave para la estrategia energética que trazó el gobierno y pretendería continuar si Cristina Fernández resultara electa en octubre.

Por de pronto, el cuestionado ministro de Planificación, Julio de Vido, apresura la adjudicación de nuevas obras antes que termine el mandato.

El total de inversiones que insumirá el sector sobre el que pivotea YPF asciende a $ 10.500 millones, que representan 40 % de las obras que el ministro pretende dejar atadas antes de retirarse: $ 25.500 millones.

El resto se reparte entre transporte e infraestructura, con $ 8.700 y 5.120 millones respectivamente.

Según detalla un artículo publicado en “Clarín” que firma Antonio Rossi, las iniciativas y los negocios en juego son los siguientes:

1 Energía

Central de Río Turbio: Hay dos ofertas y se adjudicará en las próximas semanas. La usina a carbón de 240 MW costará $ 1.500 millones.

Centrales térmicas: Son cinco usinas de 1.600 MW y demandarán a ENARSA una inversión de $ 3.250 millones.

Gasoducto del NEA: El proceso licitatorio que pilotea ENARSA está dividido en tres. La compra de las cañerías por $ 2.305 millones. La adquisición de los turbocompresores y repuestos por $ 247 millones. Y el relevamiento catastral de $ 6,4 millones. Paralelamente, ENARSA inició la selección de consultoras para los estudios de la planta separadora de gases que Argentina le construirá a Bolivia con una inversión también millonaria.

Regasificadoras: Antes de fin de año se definirán los proyectos para una planta en Bahía Blanca de ENARSA y PDVSA y otra similar que se hará con Uruguay en Montevideo. Cada una costará US$ 400 millones y la mitad quedará a cargo de Argentina.

Plan Federal de Transporte Eléctrico: Están en curso tres licitaciones para las líneas NOA-NEA, Comahue-Cuyo y la interconexión Pico Truncado-Río Turbio-Río Gallegos. Las inversiones superan los $ 2.000 millones.

2 Transporte

Tren bala a Rosario y Córdoba: Se está definiendo la ingeniería financiera y en un mes se firmará el contrato definitivo con el consorcio liderado por Alstom. Son US$ 1.320 millones.

Soterramiento del ferrocarril Sarmiento: En septiembre se conocerá al ganador de las obras de la primera etapa donde se invertirán $ 3.458 millones.

Tren rápido a Mendoza: En 10 días se reciben las ofertas y la inversión sería de $ 400 millones.

Tranvía porteño: En dos semanas se pondrá en marcha la licitación para ampliar el tranvía de Puerto Madero a Retiro, Constitución y Barracas. Costará alrededor de US$ 250 millones.

3 Infraestructura

Plantas potabilizadoras: Se licitarán en Tigre y Berazategui y costarán $ 1.200 millones.

Autopista Ribereña: Se elegirá la consultora que hará el proyecto técnico de la obra que saldrá $ 1.200 millones.

Autovía Luján-Carlos Casares: Se preadjudicará en 30 días y la inversión en danza -que se recuperará con el cobro de peaje- es de $ 1.100 millones.

Mejora de la traza Río Cuarto-Córdoba: En una semana se abren las ofertas y la inversión llega a $ 420 millones.

Ampliación de la General Paz: Está en estudio una propuesta de Abertis de $ 400 millones a pagar con subas de peajes en accesos Norte y Oeste.

Autopista Presidente Perón y autovía Luján-Junín: Se licitarán en los próximos 90 días y cada obra implicará una inversión de $ 1.000 millones a repagar con nuevos peajes.

Anillo energético

Un proyecto para construir una red de gasoductos en Sudamérica, complementario al gasoducto sur impulsado por Hugo Chávez, fue propuesto en octubre de 2005 al Perú por el gobierno argentino, ante el descubrimiento de los yacimientos del gas de Camisea. La construcción de un anillo energético continental fue planteada, ya que los países del Mercosur y Chile podrían verse afectados ante la crisis de Argentina de no poder proveer de gas a esos países, por lo que ven en Perú a su última oportunidad.

El ´anillo energético´ se desarrolla en cumplimiento a los acuerdos de la Cumbre de Margarita, celebrada en esa isla venezolana en abril de este año, donde se decidió trabajar con el objetivo de “proyectar una matriz energética regional, identificar opciones de integración energética y fomentar proyectos de integración de la Comunidad Suramericana de Naciones”.

Al mismo tiempo, según explicó el presidente de la Comisión de energía de Chile, Marcelo Tokman, a corresponsales extranjeros, su gobierno sigue los contactos con sus pares del Cono Sur con vistas a concretar el llamado Anillo Energético, el cual fue propuesto a mediados de 2005 por Argentina y aceptado por Chile, Brasil, Uruguay y Perú.

El anillo, que se retrasó por la elaboración de los fundamentos jurídicos del convenio, incluye la construcción de un gasoducto desde el yacimiento peruano de Tarija para transportar gas natural a países del Cono Sur, y tiene un costo aproximado a los US$ 2.500 millones.

Chile, cuyo único abastecedor de gas natural es Argentina, viene afrontando problemas con el abastecimiento de este combustible. Su matriz energética depende en 97% del petróleo extranjero y en 90% del gas argentino.

Tokman señaló que desde 2004 se vienen sucediendo los cortes de suministro de gas argentino, desde una cifra de 15% hasta 90%, lo cual trajo dificultades para abastecer a la industria y al sector residencial de las ciudades chilenas.

Esta situación se agravó en las últimas semanas a causa de las fuertes nevadas y ondas de frío polar que afectaron a los dos países.

El gobierno argentino aduce que no tiene gas suficiente para dar cumplimiento a los convenios suscritos con Chile, aunque trató de ofrecer el máximo de abastecimiento.

Por ley, en Argentina se debe cubrir el mercado interno antes de exportar el gas de sus yacimientos.

El ministro señaló que para 2008 Chile proyecta la sustitución masiva de los bombillos incandescentes por los llamados “bombillos ahorrativos”, como se implementó en Australia, para ahorrar electricidad y reducir el calentamiento global del planeta.

Al explicar el desafío energético que enfrenta su país, Tokman señaló las tareas a corto, mediano y largo plazo para garantizar la matriz energética nacional y afirmó que “es manejable” la crisis que atraviesa Chile, a pesar de los recortes del gas argentino y las pocas lluvias registradas este año.

Indicó que las medidas adoptadas garantizarían el suministro eléctrico durante los años 2008 y 2009.

La compra de 25 % de las acciones de YPF a Repsol que impulsó el gobierno argentino para el empresario allegado Enrique Eskenazi difícilmente integre el inventario que dejará Néstor Kirchner de la gestión que culmina en diciembre.

Los trámites para la colocación de los títulos en las bolsas de Madrid y Nueva York ya venían complicándose por la intrincada arquitectura financiera que armó el grupo propietario del Banco de Santa Cruz y también habría pesado una denuncia a funcionarios de la provincia patagónica por presunto lavado de dinero en una operación realizada en Santa Fe.

Pero el golpe de gracia lo dio la crisis desatada en los mercados por la caída de fondos de riesgo más comprometidos con la llamada burbuja inmobiliaria.

Aunque todavía no pueda decirse que Eskenazi haya quedado fuera de carrera por YPF, sí es casi seguro que, en todo caso, la operación pase para el próximo gobierno. Y lo que antes nadie dudaba, el triunfo de los Kirchner, hoy al menos no se tiene por tan seguro.

La llamada “argentinización” de YPF es clave para la estrategia energética que trazó el gobierno y pretendería continuar si Cristina Fernández resultara electa en octubre.

Por de pronto, el cuestionado ministro de Planificación, Julio de Vido, apresura la adjudicación de nuevas obras antes que termine el mandato.

El total de inversiones que insumirá el sector sobre el que pivotea YPF asciende a $ 10.500 millones, que representan 40 % de las obras que el ministro pretende dejar atadas antes de retirarse: $ 25.500 millones.

El resto se reparte entre transporte e infraestructura, con $ 8.700 y 5.120 millones respectivamente.

Según detalla un artículo publicado en “Clarín” que firma Antonio Rossi, las iniciativas y los negocios en juego son los siguientes:

1 Energía

Central de Río Turbio: Hay dos ofertas y se adjudicará en las próximas semanas. La usina a carbón de 240 MW costará $ 1.500 millones.

Centrales térmicas: Son cinco usinas de 1.600 MW y demandarán a ENARSA una inversión de $ 3.250 millones.

Gasoducto del NEA: El proceso licitatorio que pilotea ENARSA está dividido en tres. La compra de las cañerías por $ 2.305 millones. La adquisición de los turbocompresores y repuestos por $ 247 millones. Y el relevamiento catastral de $ 6,4 millones. Paralelamente, ENARSA inició la selección de consultoras para los estudios de la planta separadora de gases que Argentina le construirá a Bolivia con una inversión también millonaria.

Regasificadoras: Antes de fin de año se definirán los proyectos para una planta en Bahía Blanca de ENARSA y PDVSA y otra similar que se hará con Uruguay en Montevideo. Cada una costará US$ 400 millones y la mitad quedará a cargo de Argentina.

Plan Federal de Transporte Eléctrico: Están en curso tres licitaciones para las líneas NOA-NEA, Comahue-Cuyo y la interconexión Pico Truncado-Río Turbio-Río Gallegos. Las inversiones superan los $ 2.000 millones.

2 Transporte

Tren bala a Rosario y Córdoba: Se está definiendo la ingeniería financiera y en un mes se firmará el contrato definitivo con el consorcio liderado por Alstom. Son US$ 1.320 millones.

Soterramiento del ferrocarril Sarmiento: En septiembre se conocerá al ganador de las obras de la primera etapa donde se invertirán $ 3.458 millones.

Tren rápido a Mendoza: En 10 días se reciben las ofertas y la inversión sería de $ 400 millones.

Tranvía porteño: En dos semanas se pondrá en marcha la licitación para ampliar el tranvía de Puerto Madero a Retiro, Constitución y Barracas. Costará alrededor de US$ 250 millones.

3 Infraestructura

Plantas potabilizadoras: Se licitarán en Tigre y Berazategui y costarán $ 1.200 millones.

Autopista Ribereña: Se elegirá la consultora que hará el proyecto técnico de la obra que saldrá $ 1.200 millones.

Autovía Luján-Carlos Casares: Se preadjudicará en 30 días y la inversión en danza -que se recuperará con el cobro de peaje- es de $ 1.100 millones.

Mejora de la traza Río Cuarto-Córdoba: En una semana se abren las ofertas y la inversión llega a $ 420 millones.

Ampliación de la General Paz: Está en estudio una propuesta de Abertis de $ 400 millones a pagar con subas de peajes en accesos Norte y Oeste.

Autopista Presidente Perón y autovía Luján-Junín: Se licitarán en los próximos 90 días y cada obra implicará una inversión de $ 1.000 millones a repagar con nuevos peajes.

Anillo energético

Un proyecto para construir una red de gasoductos en Sudamérica, complementario al gasoducto sur impulsado por Hugo Chávez, fue propuesto en octubre de 2005 al Perú por el gobierno argentino, ante el descubrimiento de los yacimientos del gas de Camisea. La construcción de un anillo energético continental fue planteada, ya que los países del Mercosur y Chile podrían verse afectados ante la crisis de Argentina de no poder proveer de gas a esos países, por lo que ven en Perú a su última oportunidad.

El ´anillo energético´ se desarrolla en cumplimiento a los acuerdos de la Cumbre de Margarita, celebrada en esa isla venezolana en abril de este año, donde se decidió trabajar con el objetivo de “proyectar una matriz energética regional, identificar opciones de integración energética y fomentar proyectos de integración de la Comunidad Suramericana de Naciones”.

Al mismo tiempo, según explicó el presidente de la Comisión de energía de Chile, Marcelo Tokman, a corresponsales extranjeros, su gobierno sigue los contactos con sus pares del Cono Sur con vistas a concretar el llamado Anillo Energético, el cual fue propuesto a mediados de 2005 por Argentina y aceptado por Chile, Brasil, Uruguay y Perú.

El anillo, que se retrasó por la elaboración de los fundamentos jurídicos del convenio, incluye la construcción de un gasoducto desde el yacimiento peruano de Tarija para transportar gas natural a países del Cono Sur, y tiene un costo aproximado a los US$ 2.500 millones.

Chile, cuyo único abastecedor de gas natural es Argentina, viene afrontando problemas con el abastecimiento de este combustible. Su matriz energética depende en 97% del petróleo extranjero y en 90% del gas argentino.

Tokman señaló que desde 2004 se vienen sucediendo los cortes de suministro de gas argentino, desde una cifra de 15% hasta 90%, lo cual trajo dificultades para abastecer a la industria y al sector residencial de las ciudades chilenas.

Esta situación se agravó en las últimas semanas a causa de las fuertes nevadas y ondas de frío polar que afectaron a los dos países.

El gobierno argentino aduce que no tiene gas suficiente para dar cumplimiento a los convenios suscritos con Chile, aunque trató de ofrecer el máximo de abastecimiento.

Por ley, en Argentina se debe cubrir el mercado interno antes de exportar el gas de sus yacimientos.

El ministro señaló que para 2008 Chile proyecta la sustitución masiva de los bombillos incandescentes por los llamados “bombillos ahorrativos”, como se implementó en Australia, para ahorrar electricidad y reducir el calentamiento global del planeta.

Al explicar el desafío energético que enfrenta su país, Tokman señaló las tareas a corto, mediano y largo plazo para garantizar la matriz energética nacional y afirmó que “es manejable” la crisis que atraviesa Chile, a pesar de los recortes del gas argentino y las pocas lluvias registradas este año.

Indicó que las medidas adoptadas garantizarían el suministro eléctrico durante los años 2008 y 2009.

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