De la Sota se separa de Ruckauf

José Manuel de la Sota uno de los señalados como candidatos naturales del justicialismo para el 2003, ha comenzado a marcar diferencias en relación a uno de sus rivales : el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien aseguró que será “el próximo presidente”.

“Ruckauf ha manifestado permanentemente que quiere ser candidato y me parece muy bien que esté en campaña. Pero yo he dicho claramente que mi primera responsabilidad es cumplir con los cordobeses”—afirmó De la Sota— quien aseguró que cumplirá con al gente que lo eligió “para gobernar la provincia”.

El dirigente cordobés sale, de esta manera, a contestar lo que los observadores marcaron como una suerte de desafío personal ya que Ruckauf se postuló como candidato, y vaticinó su victoria, en La Voz del Interior, un diario cordobés.

Sin embargo, señalan los analistas políticos, que De la Sota no quiera hablar de sus aspiraciones presidenciales no significa de ninguna manera que haya renunciado a ellas.

Por el contrario ,dicen, ya empezó a moverse en esa dirección en forma sigilosa, con menos impacto mediático que Ruckauf, pero en círculos políticos y empresariales muy influyentes.

De la Sota cree, en palabras de un dirigente que dice conocerlo, que la actitud “apresurada” de Ruckauf terminará por dañar el proyecto político del bonaerense, y por eso apuesta a mostrarse como un buen administrador, procurando instalar la idea de que su “modelo cordobés” —rebaja impositiva, control de evasión, políticas pro inversiones— es un éxito.

La segunda etapa sería mostrarse como el hombre idóneo para trasladar esos supuestos logros a la Nación.

Detrás de todo esto está el publicista brasileño Duda Mendona, que hace rato se instaló en Córdoba y tiene montada allí unas modernas oficinas. Duda ideó la campaña que llevó a De la Sota a la gobernación, en 1999 y, después de su fallido paso por la campaña presidencial de Eduardo Duhalde, trabajó para que Germán Kammerath, que había sido compañero de fórmula de De la Sota, ganara la intendencia de la capital provincial.

José Manuel de la Sota uno de los señalados como candidatos naturales del justicialismo para el 2003, ha comenzado a marcar diferencias en relación a uno de sus rivales : el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien aseguró que será “el próximo presidente”.

“Ruckauf ha manifestado permanentemente que quiere ser candidato y me parece muy bien que esté en campaña. Pero yo he dicho claramente que mi primera responsabilidad es cumplir con los cordobeses”—afirmó De la Sota— quien aseguró que cumplirá con al gente que lo eligió “para gobernar la provincia”.

El dirigente cordobés sale, de esta manera, a contestar lo que los observadores marcaron como una suerte de desafío personal ya que Ruckauf se postuló como candidato, y vaticinó su victoria, en La Voz del Interior, un diario cordobés.

Sin embargo, señalan los analistas políticos, que De la Sota no quiera hablar de sus aspiraciones presidenciales no significa de ninguna manera que haya renunciado a ellas.

Por el contrario ,dicen, ya empezó a moverse en esa dirección en forma sigilosa, con menos impacto mediático que Ruckauf, pero en círculos políticos y empresariales muy influyentes.

De la Sota cree, en palabras de un dirigente que dice conocerlo, que la actitud “apresurada” de Ruckauf terminará por dañar el proyecto político del bonaerense, y por eso apuesta a mostrarse como un buen administrador, procurando instalar la idea de que su “modelo cordobés” —rebaja impositiva, control de evasión, políticas pro inversiones— es un éxito.

La segunda etapa sería mostrarse como el hombre idóneo para trasladar esos supuestos logros a la Nación.

Detrás de todo esto está el publicista brasileño Duda Mendona, que hace rato se instaló en Córdoba y tiene montada allí unas modernas oficinas. Duda ideó la campaña que llevó a De la Sota a la gobernación, en 1999 y, después de su fallido paso por la campaña presidencial de Eduardo Duhalde, trabajó para que Germán Kammerath, que había sido compañero de fórmula de De la Sota, ganara la intendencia de la capital provincial.