De la Sota: “el candidato de Duhalde parece ser ahora Rodríguez Saá”

El gobernador de Córdoba aseguró que está lejos de ser el postulante peronista preferido el actual presidente.

20 septiembre, 2002

Sin embargo, De la Sota
pronunció esta frase con una sonrisa dibujada en su rostro, y en
un tono que apeló más a la ironía que a una intención manifiesta
de tomar distancia de la figura de Duhalde.

En efecto, sólo un par de horas después De la Sota encabezó en
el porteño Teatro Astral un acto en el que la totalidad de la
concurrencia fue aportada por el peronismo bonaerense, la base
política del Presidente.

En una entrevista con agencias internacionales de noticias, De
la Sota también sostuvo que “jamás” pactaría con el ex presidente
Carlos Menem en el caso de que se viera obligado a declinar su
candidatura por falta de adhesión popular.

De la Sota sólo supera en las encuestas a uno de los candidatos
presidenciales del PJ, el salteño Juan Carlos Romero, pero figura
lejos de los tres postulantes mejor posicionados del oficialismo,
Rodríguez Saá, Néstor Kirchner y Carlos Menem.

Por eso el mandatario cordobés -que está en uso de licencia-
lanzó recientemente el primer spot publicitario de la campaña
proselitista, lo que le valió muchas críticas por lo prematuro y
hasta una denuncia en la Justicia presentada por otra protagonista
de la carrera electoral, Patricia Bullrich.

En este escenario, que se le presenta complicado, De la Sota
apeló hoy a la figura del líder histórico del PJ, Juan Domingo
Perón, ante un auditorio conformado por concejales y funcionarios
municipales de la provincia de Buenos Aires.

De la Sota reconoció, en ese sentido, que le habían recomendado
“peronizar” su discurso para llegar mejor a la militancia del
partido oficialista, pero advirtió que para él “mantenerse fiel a
Perón es nada más ni nada menos que decir la verdad”.

“Ninguna consigna política fue más eficaz en la historia
argentina que el ´Perón cumple´, porque simplemente Perón cumplía
lo que prometía. Hay otros dirigentes que apelaron a la
falsificación de Perón, o que directamente lo trucharon”,
disparó.

Siempre sin mencionar a sus adversarios internos, De la Sota
dijo que “algunos han falsificado a Perón para justificar lo
injustificable”, mientras que otros “directamente lo truchan y
hacen demagogia cada vez que se les presenta una oportunidad”.

Frente a esos dos modelos -el Perón “falsificado” y el
“trucho”-, De la Sota se presentó como el candidato que hace
campaña “diciendo simplemente la verdad”, tratando de emular aquel
“Perón cumple”.

En el Astral escucharon a De la Sota varias primeras espadas
del duhaldismo, como el diputado nacional José María Díaz
Bancalari; el titular de la Cámara baja bonaerense, Osvaldo
Mércuri; y el jefe político del PJ de Avellaneda, Baldomero
Alvarez de Olivera.

Ante ese auditorio, De la Sota prometió que un hipotético
Gobierno suyo “tomará a la provincia de Buenos Aires como un tema
nacional” y arrancó un cerrado aplauso de los concejales y
funcionarios municipales que llenaron el teatro.

Por último, De la Sota acuñó el concepto de “Estado amigo” para
graficar su proyecto sobre el sector público, al que -aseguró-
hará adecuar “a las necesidades de los argentinos” sin despedir “a
ningún empleado”.

Sin embargo, De la Sota
pronunció esta frase con una sonrisa dibujada en su rostro, y en
un tono que apeló más a la ironía que a una intención manifiesta
de tomar distancia de la figura de Duhalde.

En efecto, sólo un par de horas después De la Sota encabezó en
el porteño Teatro Astral un acto en el que la totalidad de la
concurrencia fue aportada por el peronismo bonaerense, la base
política del Presidente.

En una entrevista con agencias internacionales de noticias, De
la Sota también sostuvo que “jamás” pactaría con el ex presidente
Carlos Menem en el caso de que se viera obligado a declinar su
candidatura por falta de adhesión popular.

De la Sota sólo supera en las encuestas a uno de los candidatos
presidenciales del PJ, el salteño Juan Carlos Romero, pero figura
lejos de los tres postulantes mejor posicionados del oficialismo,
Rodríguez Saá, Néstor Kirchner y Carlos Menem.

Por eso el mandatario cordobés -que está en uso de licencia-
lanzó recientemente el primer spot publicitario de la campaña
proselitista, lo que le valió muchas críticas por lo prematuro y
hasta una denuncia en la Justicia presentada por otra protagonista
de la carrera electoral, Patricia Bullrich.

En este escenario, que se le presenta complicado, De la Sota
apeló hoy a la figura del líder histórico del PJ, Juan Domingo
Perón, ante un auditorio conformado por concejales y funcionarios
municipales de la provincia de Buenos Aires.

De la Sota reconoció, en ese sentido, que le habían recomendado
“peronizar” su discurso para llegar mejor a la militancia del
partido oficialista, pero advirtió que para él “mantenerse fiel a
Perón es nada más ni nada menos que decir la verdad”.

“Ninguna consigna política fue más eficaz en la historia
argentina que el ´Perón cumple´, porque simplemente Perón cumplía
lo que prometía. Hay otros dirigentes que apelaron a la
falsificación de Perón, o que directamente lo trucharon”,
disparó.

Siempre sin mencionar a sus adversarios internos, De la Sota
dijo que “algunos han falsificado a Perón para justificar lo
injustificable”, mientras que otros “directamente lo truchan y
hacen demagogia cada vez que se les presenta una oportunidad”.

Frente a esos dos modelos -el Perón “falsificado” y el
“trucho”-, De la Sota se presentó como el candidato que hace
campaña “diciendo simplemente la verdad”, tratando de emular aquel
“Perón cumple”.

En el Astral escucharon a De la Sota varias primeras espadas
del duhaldismo, como el diputado nacional José María Díaz
Bancalari; el titular de la Cámara baja bonaerense, Osvaldo
Mércuri; y el jefe político del PJ de Avellaneda, Baldomero
Alvarez de Olivera.

Ante ese auditorio, De la Sota prometió que un hipotético
Gobierno suyo “tomará a la provincia de Buenos Aires como un tema
nacional” y arrancó un cerrado aplauso de los concejales y
funcionarios municipales que llenaron el teatro.

Por último, De la Sota acuñó el concepto de “Estado amigo” para
graficar su proyecto sobre el sector público, al que -aseguró-
hará adecuar “a las necesidades de los argentinos” sin despedir “a
ningún empleado”.

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