De la Rúa y Alvarez en Olivos
Comieron con los diputados Rafael Pascual y Darío Alessandro en una reunión fuera reservada; el Presidente citó para hoy a Santibañes.
18 octubre, 2000
El presidente Fernando de la Rúa y el ex vicepresidente Carlos Alvarez se reunieron anoche en la quinta de Olivos, junto al titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, y al jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro.
El vocero presidencial, Ricardo Ostuni, señaló que, en dicha cena, hubo coincidencia en en “ratificar la unidad” de la Alianza.
Luego de la cena, De la Rúa le pidió a Santibañes que concurriera hoy (miércoles 18), por la mañana, a la quinta presidencial. La renuncia de Santibañes es uno de los reclamos más sostenidos de Alvarez, y otros sectores de la coalición gubernamental para recomponer la Alianza.
La inicial demora en concretar el promocionado reencuentro público con el Presidente y sus declaraciones referidas a la necesidad de liderar en la Argentina un proceso similar al “mani pulite” italiano, que significó la desaparición de los partidos tradicionales, hacen que hasta gente de su propia tropa estimara que Alvarez “quemó las naves”.
El presidente Fernando de la Rúa y el ex vicepresidente Carlos Alvarez se reunieron anoche en la quinta de Olivos, junto al titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, y al jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro.
El vocero presidencial, Ricardo Ostuni, señaló que, en dicha cena, hubo coincidencia en en “ratificar la unidad” de la Alianza.
Luego de la cena, De la Rúa le pidió a Santibañes que concurriera hoy (miércoles 18), por la mañana, a la quinta presidencial. La renuncia de Santibañes es uno de los reclamos más sostenidos de Alvarez, y otros sectores de la coalición gubernamental para recomponer la Alianza.
La inicial demora en concretar el promocionado reencuentro público con el Presidente y sus declaraciones referidas a la necesidad de liderar en la Argentina un proceso similar al “mani pulite” italiano, que significó la desaparición de los partidos tradicionales, hacen que hasta gente de su propia tropa estimara que Alvarez “quemó las naves”.