De la Rúa en China
De la Rúa se reunió con su par chino. Relativo avance en la importación de carnes.
El presidente argentino –Fernando de la Rúa– se reunió en Beijing, con su par chino. El encuentro de ambos mandatarios de produjo sobre el final de la visita del presidente argentino al país de oriente. Jiang, De la Rúa y sus respectivos cancilleres se reunieron a solas durante 20 minutos. En esa charla, según contó luego Rodríguez Giavarini, los presidentes retomaron el diálogo de un reciente almuerzo en Nueva York –que los reunió durante la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas–, y recordaron las coincidencias en sus discursos ante el Consejo de Seguridad del organismo.
Aquí hablaron globalmente de la búsqueda de la paz mundial y de la democratización del poder internacional. “Los países desarrollados antes humillaban al mundo con rifles; ahora lo hacen con desarrollo desigual”, sentenció Jiang, que consideró a la Argentina y a China como países en desarrollo .
Anunciaron la importancia de una “cooperación estratégica” y recordaron la próxima reunión sobre la relación China-Mercosur, que se realizará el mes próximo en esta ciudad. De la Rúa explicó que intenta convertir a la Argentina en el punto de ingreso comercial al Mercosur. Hablaron de posibles emprendimientos conjuntos de empresas de ambos países, y el Presidente puso énfasis en la posibilidad de desarrollar tecnología satelital, de medicina nuclear y agropecuaria.
De la Rúa ratificó la posición argentina sobre el reconocimiento de “una sola China” (es decir, el desconocimiento de Taiwan como independiente) y agradeció el apoyo de China en las Naciones Unidas en el reclamo por la soberanía de las islas Malvinas.
Mientras tanto, parte de la comitiva argentina trataba el tema de la prohibición –dictada por el gobierno chino–para la entrada de carne argentina. La decisión de no importar carnes de la pampa, que China divulgó una semana atrás, se trató con más detalle en la reunión ampliada que incluyó a diversos funcionarios del gobierno.
La posición china, explicó Jiang, es que si se comprueba que en la Argentina no hay aftosa, China no tendrá problemas en comprar carne (cosa que no ha hecho hasta ahora). Para hacerlo, enviará la próxima semana a Buenos Aires a un grupo de técnicos a analizar el asunto. Jiang enfatizó que no establecerán obstáculos.
Como muestra de la buena voluntad frente a la Argentina, afirmó, sin que se lo preguntaran, que China apoya el reclamo de la Argentina de constituirse en sede del Tratado Antártico.
El presidente argentino –Fernando de la Rúa– se reunió en Beijing, con su par chino. El encuentro de ambos mandatarios de produjo sobre el final de la visita del presidente argentino al país de oriente. Jiang, De la Rúa y sus respectivos cancilleres se reunieron a solas durante 20 minutos. En esa charla, según contó luego Rodríguez Giavarini, los presidentes retomaron el diálogo de un reciente almuerzo en Nueva York –que los reunió durante la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas–, y recordaron las coincidencias en sus discursos ante el Consejo de Seguridad del organismo.
Aquí hablaron globalmente de la búsqueda de la paz mundial y de la democratización del poder internacional. “Los países desarrollados antes humillaban al mundo con rifles; ahora lo hacen con desarrollo desigual”, sentenció Jiang, que consideró a la Argentina y a China como países en desarrollo .
Anunciaron la importancia de una “cooperación estratégica” y recordaron la próxima reunión sobre la relación China-Mercosur, que se realizará el mes próximo en esta ciudad. De la Rúa explicó que intenta convertir a la Argentina en el punto de ingreso comercial al Mercosur. Hablaron de posibles emprendimientos conjuntos de empresas de ambos países, y el Presidente puso énfasis en la posibilidad de desarrollar tecnología satelital, de medicina nuclear y agropecuaria.
De la Rúa ratificó la posición argentina sobre el reconocimiento de “una sola China” (es decir, el desconocimiento de Taiwan como independiente) y agradeció el apoyo de China en las Naciones Unidas en el reclamo por la soberanía de las islas Malvinas.
Mientras tanto, parte de la comitiva argentina trataba el tema de la prohibición –dictada por el gobierno chino–para la entrada de carne argentina. La decisión de no importar carnes de la pampa, que China divulgó una semana atrás, se trató con más detalle en la reunión ampliada que incluyó a diversos funcionarios del gobierno.
La posición china, explicó Jiang, es que si se comprueba que en la Argentina no hay aftosa, China no tendrá problemas en comprar carne (cosa que no ha hecho hasta ahora). Para hacerlo, enviará la próxima semana a Buenos Aires a un grupo de técnicos a analizar el asunto. Jiang enfatizó que no establecerán obstáculos.
Como muestra de la buena voluntad frente a la Argentina, afirmó, sin que se lo preguntaran, que China apoya el reclamo de la Argentina de constituirse en sede del Tratado Antártico.
