El presidente chino y el norteamericano terminaron su primera reunión personal en clave amistosa, evitando errores políticos y hasta acordando ocuparse de los desequilibrios comerciales.
China hará concesiones para dar a Estados Unidos mejor acceso a su mercado en dos áreas: inversiones y exportaciones de carne. Esto forma parte de un plan a 100 días que se debatirá entre ambas partes.
La reunión se centró en las tensiones comerciales entre ambos países. Otro tema de la agenda fue la discusión sobre la respuesta a la amenaza nuclear de Corea del Norte. Aunque las conversaciones fueron enturbiadas por el ataque norteamericano a Siria, los expertos dicen que la reunión fue un éxito por el solo hecho que ambas potencias se mantuvieron cordiales y se comprometieron a ocuparse del tema comercial aumentando las importaciones norteamericanas a China.
“Es una buena forma de cerrar la brecha comercial del comercio bilateral,” dijo Carl Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics. “El acceso de los consumidores norteamericanos a bienes importados más baratos no se verá afectado, pero habrá un aumento incremental del empleo que será creado por la producción incremental”.
Hace tiempo que Trump acusa a China de realizar prácticas comerciales desleales que provocaron un déficit comercial de más de US$ 300.000 millones. El argumento de China siempre fue que la relación ha beneficiado a los conss norteamericanos en forma de productos más baratos y aumentó las inversiones de China en Estados Unidos.
Por ahora el peligro de una guerra comercial ha quedado congelado peor el resultado dependerá de cómo se negocia el plan de 100 días.
Todavía falta ver si Trump sigue llamando a China manipuladora de moneda. Esa fue su promesa de campaña . El término estuvo ausente de las conversaciones oficiales, según las versiones que circulan.En general ambos países se vieron optimistas y Trump hasta aceptó la invitación a visitar China el año próximo.
