¿Cuáles son las expectativas respecto al rumbo de la economía y los negocios en el viejo continente? Una encuesta de Deolitte intenta dar una respuesta. El informe es una mirada importante en los desafíos que enfrenta el éxito financiero de las compañías más grandes de Europa en 2016 y se nota que la geopolítica domina la mente de los jefes de finanzas más grandes de Europa. Deloitte dice que la encuesta – que se llevó a cabo entre enero y marzo de este año – presenta “puntos de vista de cerca de 1.500 directores financieros basados en 17 países europeos sobre las preocupaciones más importantes respecto a los negocios, incluyendo los mercados de capitales y la financiación, la propensión al riesgo en los negocios y los sentimientos generales mercado.” 1.500 directores financieros de todo el continente puede no parecer un número enorme, pero la encuesta es un indicador bastante bueno, ya que incluye los jefes de algunas de las mayores empresas que figuran en las economías más importantes de Europa, proporcionando un práctico indicador de los sentimientos generales. Mientras que la geopolítica dominan, una mayor regulación, monedas débiles, los temores acerca de los sistemas financieros, y la deflación, están también vistos como grandes riesgos con carácter de país a país.
Las expectativas
Un 25% de los directores financieros dicen que son más optimistas sobre las perspectivas financieras para su empresa lo que eran hace tres a seis meses, sin cambios desde el tercer trimestre de 2015. Los directores financieros en Suecia fueron los más optimistas, con un 62% más de perspectiva positiva. España (47%) e Irlanda (45%) reportan el segundo y tercer niveles más altos de optimismo, pero ambos han disminuido, tal vez influenciado por las elecciones, afirma el reporte. Sin embargo, los directores financieros siguen siendo optimistas sobre los ingresos de sus empresas, con un 63% esperando que los ingresos aumenten en los próximos 12 meses. No obstante, nada es seguro según parece. Un 68% de los responsables financieros europeos dicen que hay un alto nivel de incertidumbre financiera y económica que enfrontar, que representa un aumentó leve respecto a la encuesta anterior. Las percepciones de incertidumbre son de las más altas en Alemania, con el 93% de los responsables financieros registrando niveles elevados de incertidumbre, luego sigue el Reino Unido (83%) y Rusia (72%). Los niveles más bajos de incertidumbre se ven en Noruega, donde el 24% reportan una alta incertidumbre, por detrás llegan Suecia (37%) y Bélgica (49%). El informe explica que también se observaron grandes aumentos de incertidumbre empresarial en España (52% a 66%) e Irlanda (39% a 52%). La incertidumbre en el Reino Unido también ha aumentado (73% a 83%) ya que se dirige hacia su referéndum sobre la adhesión a la UE. Esta incertidumbre se alinea con una marca aversión al riesgo. Tan sólo un 29% de los encuestados creía que era un buen momento para asumir riesgos. En la eurozona ese número se eleva levemente hasta alcanzar el 32%. Los encuestados tienen buenas perspectivas respecto al empleo. Un 39% espera aumentos en el empleo, y en algunos países como Irlanda (68%), Italia (54%) o España (46%) la percepción es muy favorable. Respecto a las estrategias a futuro, Los directores financieros favorecen fuertemente estrategias comerciales defensivas frente a las expansivas. Para 15 de los 16 países control de costos o reducción de costos fue una de las dos principales prioridades cuando le preguntaron qué estrategias de su negocio se centrará en los próximos 12 meses. El 36% de los directores financieros (y el 42% en la zona euro) dicen que esperan que su empresa aumentar el gasto de capital en los próximos 12 meses.
Los peligros que se vienen
Los alemanes creen que los mayores peligros para los negocios van a ser los de tipo geopolítico seguidos de una menor demanda de sus productos por parte del extranjero. En Alemania también temen a un posible debilitamiento de los mercados emergentes. En Francia están mayormente preocupados por problemas fiscales: la incertidumbre aparece en primer lugar seguida de la inestabilidad fiscal y social de Europa. Los rusos, por otra parte, temen mayoritariamente a un shock en el sistema financiero pero también piensan que podrían tener problemas puertas adentro debido a una caída de la demanda interna. En Italia sostienen que su mayor problema es la caída en su competitividad frente a otros países de la región. En los países nórdicos, finalmente, se preocupan mayoritariamente por la demanda local.