Críticas de Obama, dudas sobe el rescate en Estados Unidos e ideas diferentes en la Eurozona

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Por un lado, Barack Obama exhorta a demócratas y republicanos a votar el nuevo plan aventando dudas. Por el otro, califica de contradictorio y desatinado a John McCain. Entretanto, se convocó para el sábado una minicumbre en París.

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En realidad, las nuevas inc&oacute;gnitas no hacen a la tercera versi&oacute;n del salvataje, sino a reticencia de los propios bancos privados. Mientras el mercado se coloca en letras de tesorer&iacute;a (pagan apenas 0,6% anual), o sea un refugio seguro, la banca comercial sigue restringiendo cr&eacute;ditos. En cuatro semanas, el volumen cedi&oacute; US$ 94.000 millones, a 208.000 millones en Estado Unidos.<br />
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Se trata del segmento de papeles comerciales, cuyos plazos van de una semana a tres a&ntilde;os, que financian operaciones de rutina. La masa de esos t&iacute;tulos se contrajo de US$ 2,2 billones a fin de junio a 1,6 billones al terminar septiembre. Hace dos d&iacute;as, por ejemplo, la divisi&oacute;n financiera de General Electric obtuvo liquidez a tasa alta para calmar versiones sobre su eventual falta de efectivo.<br />
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Nervios y nuevas se&ntilde;ales recesivas (desempleo urbano en alza) en la segunda econom&iacute;a mundial se insertaba en un clima pesado. Eso explica que el candidato presidencial dem&oacute;crata califique de &ldquo;desatinadas y contradictorias las posturas de su rival republicano ante la crisis&rdquo;.<br />
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Mientras, en la Uni&oacute;n Europea Alemania, Francia, Gran Breta&ntilde;a e Italia limaban asperezas. Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, el tambaleante Gordon Brown y Mario Draghi (Banco de Italia, pues el &ldquo;premier&rdquo; Silvio Berlusconi es imprevisible) se dieron cita en Par&iacute;s, este s&aacute;bado. Pero subsisten demasiadas divergencias como para apostar al encuentro de apuro. Alemanes y brit&aacute;nico le temen al temperamento del franc&eacute;s.<br />
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Tampoco ayudar&aacute; la participaci&oacute;n de tres monetaristas extremos como Jean-Claude Junker (Eurogrupo), Jean-Claude Trichet (Banco Cental Europeo) y Mervyn King (Banco de Inglaterra). El segundo insiste en mantener la tasa b&aacute;sica en 4,25% y el tercero en un desmedido 5% anual. Si bien la pol&iacute;tica del BCE es potencialmente proinflacionarias, no logra frenar el descenso del euro, que el jueves tocaba otro m&iacute;nimo, US$ 1,385 (sea 77,7 centavos por d&oacute;lar).<br />
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Por una parte, los pa&iacute;ses de la Eurozona y Gran Breta&ntilde;a podr&iacute;an elevar el piso para garant&iacute;a de dep&oacute;sitos, como en EE.UU. Por la otra, Francia quiz&aacute; sugiera que cada gobierno o emisor tome acciones en los bancos privados con problemas. Esta opci&oacute;n, escandalosa para el modelo norteamericano, tiene larga historia en el capitalismo europeo.
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