Contra Barack Obama, la guerra sucia republicana

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El “Estados Unidos profundo” acusa al presidente de socialista, árabe y antinorteamericano. Obama es blanco de la ultraderecha, o sea el Tea Party. Estos fundamentalistas sostienen, por ejemplo, que se llama Hussein porque en secreto es musulmán.

<p>En 2008, todav&iacute;a se trataba de una reacci&oacute;n visceral contra la sorpresiva victoria de un negro en las elecciones presidenciales. Hoy, la proximidad de nuevos comicios (2012), ha hecho relanzar una campa&ntilde;a sucia, ahora conducida por el senador tejano Richard Perry (<em>Tea Party</em>).<br />
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Falsedades, insinuaciones e insultos tratan de deslegitimizar un mandatario ya d&eacute;bil por s&iacute; mismo. Aunque afectado por gaffes en medios de comunicaci&oacute;n, el legislador busca la candidatura republicana. Olvidando la mala imagen de otro tejano, George W. Bush, Perry despliega los peores argumentos ultrasimplificadores caros a la derecha integrista del &ldquo;interior b&iacute;blico&rdquo;.<br />
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En un reciente discurso, el senador sostuvo que &ldquo;las pol&iacute;ticas socialistas de Obama llevan el pa&iacute;s a la bancarrota&rdquo;. Para este sector &ldquo;socialista&rdquo; significa comunista. Este adjetivo toca lo m&aacute;s hondo de un EE.UU. conservador y tradicionalista, para el cual la &uacute;nica creaci&oacute;n posible es la del G&eacute;nesis.<br />
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&iquest;Por qu&eacute; esa demonizaci&oacute;n del socialismo? Porque evoca la violencia social antes y despu&eacute;s de la Gran Guerra (1914/18) y el &ldquo;peligro rojo&rdquo; posterior, la Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica. Curiosamente, esa misma ultraderecha trataba con guantes de seda al III Reich y a la Cosa Nostra. La guerra fr&iacute;a tras 1945 pareci&oacute; darle razones al fundamentalismo estadounidense. Por antonomasia, entonces, el socialismo era antinorteamericano.<br />
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Sea como fuere, los slogans de Perry apuntan a obtener consenso en reductos sensibles a ese tipo de guerra sucia. A criterio de analistas serios, la suerte de Obama no ser&aacute; dictada por el <em>Tea Party,</em> sino por la crisis socioecon&oacute;mica que afecta la calidad de vida urbana y castiga a la clase media v&iacute;a un desempleo estructural que los ultras soslayan.</p>
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