Buenos Aires, dic. 13 (NA) — El Gobierno concretó hoy la
primera reunión de la demorada concertación y obtuvo un fuerte
respaldo político del ex presidente Carlos Menem, quien llevó a la
Casa Rosada su propuesta para dolarizar la economía y coincidió
con Fernando de la Rúa en que sería “desastroso” para la Argentina
que la crisis termine desembocando en una devaluación.
Menem, el primer invitado formal a la ronda de diálogo que el
Gobierno denominó “concertación”, se ubicó así como un sostén
político para De la Rúa dentro del peronismo, el principal partido
de oposición, y hasta se mostró conciliador con el ministro de
Economía, Domingo Cavallo, con quien no tiene una buena relación.
“Hablamos de la dolarización y coincidimos plenamente en que
una devaluación es imposible, porque sería desastroso”, fue la
frase que utilizó Menem en una conferencia de prensa posterior a
la reunión que tuvo lugar durante una hora y media en el despacho
presidencial, al que el riojano encontró “bastante cambiado”.
También marcó su respaldo a la convocatoria del Gobierno para
alcanzar un “acuerdo patriótico”, se comprometió a “tratar de
alimentar la esperanza todos los días” y enfatizó que en sus
viajes al exterior –como el que tiene programado en enero a los
Estados Unidos– “no voy a ir a sacar los trapos sucios”.
La presencia de Menem en la Casa Rosada, que habitó entre 1989
y 1999, fue festejada por el Gobierno pero duramente criticada por
otros importantes dirigentes del PJ, por lo que ahora se abre el
interrogante de si la administración central será capaz de sumar a
los gobernadores del PJ, reacios al esquema de concertación
propuesto.
En este marco, el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf,
dijo hoy que De la Rúa y Menem “son los padres del modelo que nos
llevó a la crisis” y, según pudo saber la agencia Noticias
Argentinas, el senador Eduardo Duhalde, jefe del poderoso PJ
bonaerense, no asistirá mañana a una reunión con De la Rúa que hoy
confirmó el propio jefe del Estado.
Menem llegó por la mañana a la Casa de Gobierno 15 minutos
antes de lo previsto –la cita era a las 9:30– acompañado por su
hermano Eduardo Menem, el gobernador Rubén Marín, los ex senadores
Carlos Corach y Eduardo Bauzá, Alberto Kohan, Jorge Castro y hasta
su ex secretario privado Ramón Hernández y su médico Alejandro
Tfeli.
Ataviado con un impecable traje azul oscuro y una llamativa
corbata rosa brillante, Menem atendió los saludos protocolares que
los granaderos le brindan a los ex presidentes y se encontró con
De la Rúa en el despacho principal de la Rosada, en el primer piso
de la sede gubernamental.
Allí, entre café, agua mineral y un marco austero acorde a
estos tiempos de déficit cero, Menem y De la Rúa comenzaron a
charlar –en rigor, el ex presidente repitió casi textualmente un
documento que emitió la semana pasada el Consejo del PJ, y su
sucesor se limitó a escucharlo– en compañía de Chrystian Colombo,
Ramón Mestre y Nicolás Gallo.
Fuentes oficiales comentaron a NA que tras la intervención de
Menem, De la Rúa instruyó a Colombo para que lea el documento del
Consejo del PJ y que le dé al ex presidente una respuesta “lo más
rápido posible”.
Una hora más tarde se sumó a la cumbre el ministro Cavallo,
quien relató los pormenores de la negociación con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) –en ese tramo pidió a Menem apoyo
para aprobar el Presupuesto de 2002– y los detalles del tramo
externo del canje de la deuda pública.
Funcionarios del Gobierno y voceros del PJ agregaron luego del
encuentro a la lista de temas abordados en la reunión el inicio
del trámite legislativo para una nueva la ley de coparticipación
federal; las reformas política y constitucional; las políticas
sociales y la regionalización económica del país.
Tras la reunión, en la conferencia de prensa, Menem sorprendió
a más de uno con un gesto para Cavallo, ya que cuando le
preguntaron por el tema de la deuda externa precisó que lo que
está haciendo Economía “no es reestructuración, es una
renegociación”, las mismas palabras que suele utilizar el jefe del
Palacio de Hacienda.
“No podría haber salido mejor. Lo que dijo Menem lo podría
haber dicho De la Rúa”, comentó entre risas un importante
funcionario del Gobierno, que de todos modos anotó como un dato
negativo el hecho de que el riojano haya reconocido que en estos
momentos sólo comanda una parte y a no todo el peronismo.
Fue cuando Menem negó en forma tajante que el PJ busque
modificar en el Congreso la Ley de Acefalía vigente, que impulsa
el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, con la simpatía
de Ruckauf y con el apoyo de un grupo importante de legisladores
del principal partido de oposición.
“De la Rúa tiene que llegar al 2003. El peronismo no tiene que
ser el sostén del Gobierno, sino de la Patria. Por lo menos, la
parte que está con nosotros”, concedió Menem y con un gesto señaló
a los colaboradores que lo habían acompañado hasta la sala de
conferencias de la Rosada.
De todos modos, Menem salió rápidamente del paso y reiteró ante
cámaras y grabadores que un “acuerdo patriótico es el camino de la
solución” para la grave crisis que atraviesa la Argentina.
El ex presidente comentó también que le aseguró a De la Rúa que
utilizará cuanta aparición pública lo tenga como protagonista para
“alimentar las esperanzas” de los argentinos, porque eso es “lo
último que podemos perder”, dijo.
Menem no pudo evitar hablar, por último, de Ruckauf, uno de sus
más importantes rivales internos que tiene en el PJ, al ironizar
con una sonrisa en los labios que el gobernador de Buenos Aires
“aspira a que el patacón sea la moneda” nacional.
Buenos Aires, dic. 13 (NA) — El Gobierno concretó hoy la
primera reunión de la demorada concertación y obtuvo un fuerte
respaldo político del ex presidente Carlos Menem, quien llevó a la
Casa Rosada su propuesta para dolarizar la economía y coincidió
con Fernando de la Rúa en que sería “desastroso” para la Argentina
que la crisis termine desembocando en una devaluación.
Menem, el primer invitado formal a la ronda de diálogo que el
Gobierno denominó “concertación”, se ubicó así como un sostén
político para De la Rúa dentro del peronismo, el principal partido
de oposición, y hasta se mostró conciliador con el ministro de
Economía, Domingo Cavallo, con quien no tiene una buena relación.
“Hablamos de la dolarización y coincidimos plenamente en que
una devaluación es imposible, porque sería desastroso”, fue la
frase que utilizó Menem en una conferencia de prensa posterior a
la reunión que tuvo lugar durante una hora y media en el despacho
presidencial, al que el riojano encontró “bastante cambiado”.
También marcó su respaldo a la convocatoria del Gobierno para
alcanzar un “acuerdo patriótico”, se comprometió a “tratar de
alimentar la esperanza todos los días” y enfatizó que en sus
viajes al exterior –como el que tiene programado en enero a los
Estados Unidos– “no voy a ir a sacar los trapos sucios”.
La presencia de Menem en la Casa Rosada, que habitó entre 1989
y 1999, fue festejada por el Gobierno pero duramente criticada por
otros importantes dirigentes del PJ, por lo que ahora se abre el
interrogante de si la administración central será capaz de sumar a
los gobernadores del PJ, reacios al esquema de concertación
propuesto.
En este marco, el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf,
dijo hoy que De la Rúa y Menem “son los padres del modelo que nos
llevó a la crisis” y, según pudo saber la agencia Noticias
Argentinas, el senador Eduardo Duhalde, jefe del poderoso PJ
bonaerense, no asistirá mañana a una reunión con De la Rúa que hoy
confirmó el propio jefe del Estado.
Menem llegó por la mañana a la Casa de Gobierno 15 minutos
antes de lo previsto –la cita era a las 9:30– acompañado por su
hermano Eduardo Menem, el gobernador Rubén Marín, los ex senadores
Carlos Corach y Eduardo Bauzá, Alberto Kohan, Jorge Castro y hasta
su ex secretario privado Ramón Hernández y su médico Alejandro
Tfeli.
Ataviado con un impecable traje azul oscuro y una llamativa
corbata rosa brillante, Menem atendió los saludos protocolares que
los granaderos le brindan a los ex presidentes y se encontró con
De la Rúa en el despacho principal de la Rosada, en el primer piso
de la sede gubernamental.
Allí, entre café, agua mineral y un marco austero acorde a
estos tiempos de déficit cero, Menem y De la Rúa comenzaron a
charlar –en rigor, el ex presidente repitió casi textualmente un
documento que emitió la semana pasada el Consejo del PJ, y su
sucesor se limitó a escucharlo– en compañía de Chrystian Colombo,
Ramón Mestre y Nicolás Gallo.
Fuentes oficiales comentaron a NA que tras la intervención de
Menem, De la Rúa instruyó a Colombo para que lea el documento del
Consejo del PJ y que le dé al ex presidente una respuesta “lo más
rápido posible”.
Una hora más tarde se sumó a la cumbre el ministro Cavallo,
quien relató los pormenores de la negociación con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) –en ese tramo pidió a Menem apoyo
para aprobar el Presupuesto de 2002– y los detalles del tramo
externo del canje de la deuda pública.
Funcionarios del Gobierno y voceros del PJ agregaron luego del
encuentro a la lista de temas abordados en la reunión el inicio
del trámite legislativo para una nueva la ley de coparticipación
federal; las reformas política y constitucional; las políticas
sociales y la regionalización económica del país.
Tras la reunión, en la conferencia de prensa, Menem sorprendió
a más de uno con un gesto para Cavallo, ya que cuando le
preguntaron por el tema de la deuda externa precisó que lo que
está haciendo Economía “no es reestructuración, es una
renegociación”, las mismas palabras que suele utilizar el jefe del
Palacio de Hacienda.
“No podría haber salido mejor. Lo que dijo Menem lo podría
haber dicho De la Rúa”, comentó entre risas un importante
funcionario del Gobierno, que de todos modos anotó como un dato
negativo el hecho de que el riojano haya reconocido que en estos
momentos sólo comanda una parte y a no todo el peronismo.
Fue cuando Menem negó en forma tajante que el PJ busque
modificar en el Congreso la Ley de Acefalía vigente, que impulsa
el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, con la simpatía
de Ruckauf y con el apoyo de un grupo importante de legisladores
del principal partido de oposición.
“De la Rúa tiene que llegar al 2003. El peronismo no tiene que
ser el sostén del Gobierno, sino de la Patria. Por lo menos, la
parte que está con nosotros”, concedió Menem y con un gesto señaló
a los colaboradores que lo habían acompañado hasta la sala de
conferencias de la Rosada.
De todos modos, Menem salió rápidamente del paso y reiteró ante
cámaras y grabadores que un “acuerdo patriótico es el camino de la
solución” para la grave crisis que atraviesa la Argentina.
El ex presidente comentó también que le aseguró a De la Rúa que
utilizará cuanta aparición pública lo tenga como protagonista para
“alimentar las esperanzas” de los argentinos, porque eso es “lo
último que podemos perder”, dijo.
Menem no pudo evitar hablar, por último, de Ruckauf, uno de sus
más importantes rivales internos que tiene en el PJ, al ironizar
con una sonrisa en los labios que el gobernador de Buenos Aires
“aspira a que el patacón sea la moneda” nacional.