Por cierto, la caída de US$ 147,50 a 37,50 en el precio nominal del petróleo era la más abrupta (74.6%) en la historia del insumo. En ese contexto, el repunte hasta US$ 61,50, la semana pasada (64%) parece más que suficiente para equilibrar valores. <br />
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Además, dos medios especializados londinenses –hoy predican contra ulteriores alzas del crudo- afirman que “la demanda seguirá en el descenso porque las economías occidentales se mantienen atrofiadas”. Pero el fenómeno no alcanza a China –máxima usuaria mundial de hidrocarburos-, India, Brasil y otras emergentes. <br />
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Para sostener su tesis, el “Financial Times” y el “Economist” apelan a “rumores sobre operadores que acumulan crudos y países ricos cuyas existencias representan 62 días de consumo, contra una media de 52 en cinco años hasta abril”, un parámetro arbitrario. Aparte, si el primero número fuera cierto ¿por qué Estados Unidos revelaría una contracción, la semana del 11 al 15, que empujó las cotizaciones a aquellos casi US$ 62 del jueves 21? <br />
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Naturalmente, la Organización de Países Exportadores (OPEP) no piensa lo mismo que esos medios y, desde septiembre, ha intentado reducir producción para defender precios. Pero en Londres señalan que, si bien esos recortes representan 4.200.000 barriles diarios menos, el cartel –manejado por Saudiarabia, precisamente- dispone de seis millones en capacidad excedente. <br />
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Pero ambas líneas de pensamiento tienden a confluir en el futuro. Las petroleras públicas y privadas, rusas inclusive, creen que los hidrocarburos “fáciles” se agotan alrededor del planeta. Una parte relevante, además, se halla en manos de empresas estatales o mixtas en países “nacionalistas” remisos a que extranjeros aprovechen sus recursos no renovables. <br />
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El negocio tradicional, entonces, afronta dos opciones: se extingue sin que el mundo lo llore o busca reservas potenciales en áreas poco accesibles o muy costosas de explotar. Las más accesible están fuera de las plataformas epicontinentales de Latinoamérica (Brasil, en particular) y África. Las más difíciles se hallan en el Ártico –donde Rusia está expandiéndose a todo trapo- y el Antártico, donde un tratado de 1959 veda todo uso comercial de esas aguas y no reconoce soberanías. <br />
Con el crudo en US$ 62, no se descartan otras alzas
Nuevos aumentos en el petróleo pueden trabar una economía mundial ya en problemas, sostiene Alí al-Naimí, ministro saudita de energía y combustibles. Otros creen que la hipótesis es absurda y, que por ende, la baja desde julio último es parcialmente irreversible.