Todo indica que luego de cuatro meses de vacilaciones y negociaciones, se podrá constituir gobierno en Alemania. Las elecciones las había ganado Angela Merkel -en septiembre pasado- y sus demócratas cristianos, CDU y CSU. Pero sin mayoría propia.
Al principio las negociaciones fueron con los liberales, pero no hubo posibilidad de llegar a un acuerdo. Entonces la opción era clara: o un nuevo llamado a elecciones, o una alianza con el principal rival, el Partido Social Demócrata.
La primera alternativa significaba un escenario desconocido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La segunda era viable, como ya había ocurrido en el pasado, pero los socialdemócratas se resistían. La experiencia de haber formado parte del gobierno, en minoría, fue la pérdida de caudal electoral. Finalmente la negociación entre ambas cúpulas se concretó en acuerdos casi satisfactorios para ambas partes. Ahora queda que la militancia socialdemócrata le dé el visto bueno a la alianza. Todo indica que, pese a voceadas resistencias, se obtendrá ese resultado.
El nuevo socio de Merkel, obtendrá dos ministerios claves en el nuevo gabinete: Finanzas y Relaciones Exteriores. El acuerdo establece que no habrá déficit presupuestario o fiscal (la conocida mano de Merkel). Pero a cambio, todo el excedente, el superávit se volcará a programas sociales. Es un monto de € 46 mil millones. Una porción de € 12 mil millones será dedicada a programas en respaldo de las familias y los niños (clara influencia socialdemócrata).
En materia de inmigración todo seguirá igual. Entre 180.000 y 220.000 personas podrán ingresar cada año. Los municipios recibirán hasta € 8.000 millones para ayudar en la integración de los recién llegados. Además, en los próximos cuatro años, se construirán 1,5 millones de departamentos en programas de viviendas sociales.
El momento es auspicioso desde la perspectiva económica. Continúa el crecimiento económico. La balanza comercial del país es muy favorable: exportó por € 1,27 billones (millón de millones); importó por € 1,03 billones durante 2017. Saldo a favor de € 245 mil millones, un record histórico. Los social demócratas impulsarán su visión de crear para 2025 “los Estados Unidos de Europa”, una idea muy grata y coincidente con lo que pregona Emanuel Macron, el Presidente de Francia.
El líder opositor, Martin Schulz, será el ministro de Relaciones Exteriores y tendrá un rol decisivo en impulsar la política externa de Alemania. El actual alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, será el titular de la cartera de Finanzas y el segundo ministro socialdemócrata en un cargo clave.
