<p>La compañía local tendrá 60% del paquete y, al terminar el acuerdo, la empresa mixta habrá extraído unos 2.900 millones de barriles. Según un comunicado, Caracas y el banco chino de Desarrollo (ChDB) también pactaron US$ 20.000 millones en créditos blandos a diez años, garantizados por ventas conjuntas de crudos.<br />
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Según Hugo Chávez, hay otro factor: inversiones chinas por unos US$ 16.000 millones para desarrollar usinas termoeléctricas e infraestructura energética. En 2009, Venezuela exportaba a China 460.000 barriles diarios. La idea es elevar ese volumen a un millón en el mediano plazo.<br />
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Para entonces, Caracas será el quinto socio comercial de Beijing, exactamente el actual puesto venezolano respecto de Estados Unidos. El año pasado, el intercambio bilateral ya sumaba US$ 7.200 millones. Pero, en lo inmediato, Chávez precisa créditos e inversiones exteriores que mejoren el pobre desempeño del sector hidrocarburos, terrestre y marítimo.<br />
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Otra acuciante necesidad venezolana hace a una economía en severos aprietos, una inflación superior en marzo a 33% anual y una crisis en el interior del partido oficialista y el propio gobierno. Nada que pueda sorprender a gente como los chinos, acostumbrado a lidiar con volátiles regímenes africanos o centroasiáticos.<br />
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Como indica la reciente licitación por la ronda Carabobo, no sólo China se interesa por la faja del Orinoco. El bloque 1 fue asignado a la estatal PdVSA (60%), Repsol (11%), Petronas (Malasia, (11%) y el grupo ONGC (11%), India Oil Corp. y Oil India (cada una con 7%). <br />
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Carabobo 2 no fue asignado a ninguna empresa, en tanto Carabobo 3 fue para PdVSA (60%), Chevron (34%) y un grupo japonés el resto.<br />
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Cada uno de los dos consorcios invertirá US$ 15.000 millones, cifra muy importante. Los bloques de Junín (chinos, rusos e italianos) elevan la suma total proyectada hasta US$ 75.000 millones. Naturalmente, será necesario construir refinerías especiales para procesar el petróleo pesado. El gobierno ha dado algunos beneficios especiales a los inversores, pero siempre basándose en la presencia hegemónica de PdVSA.<br />
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La intención oficial es duplicar la producción de tres a seis millones de barriles diarios para 2016. Entre estos nuevos yacimientos, se espera que algunos estén en funcionamiento pleno para 2013. <br />
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Muchos observadores temen que esta estimación sea demasiado optimista. Pero un factor alienta a gobierno y empresas: la recuperación de petróleo en los esquistos con hidrocarburos ha pasado de 10% a 40% gracias a avances tecnológicos.<br />
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China y otros emergentes tras el crudo pesado venezolano
Dos firmas estatales, PetroChina y Petróleo de Venezuela (PdVSA) han subscripto un emprendimiento por 25 años para desarrollar el área Junín 4. Se trata de los esquistos bituminosos que caracterizan la faja del río Orinoco.