<p>La Corte Internacional comenzó manifestando que Montevideo violó el tratado del Río Uruguay cuando autorizó, sin consulta previa con Argentina, la construcción de la planta. Gran satisfacción de los manifestantes argentinos al conocer esa posición. Pero la alegría duró poco, pues el fallo sigue diciendo que la Argentina no ha dado pruebas suficientes para determinar que los malos olores deriven en contaminación y afecten el turismo. Tamboco tiene la corte pruebas de que se estén utilizando insumos contaminantes y, por lo tanto, no ve motivos para ordenar la relocalización de la planta. <br />
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La Corte Internacional insta a ambos gobiernos a coordinar conjuntamente cualquier “cambio en el equilibrio ecológico del río Uruguay”, marcando además que no puede haber, en este sentido, acciones individuales por parte de ninguno de los dos países. <br />
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Peter Tomka, el miembro del tribunal que leyó el fallo, dijo queel tribunal no ve nada que sustente las demandas argentinas sobre contaminación visual y ambiental. Como ningún artículo del Tratado del Río Uruguay hace mención específica a los malos olores, esa acusación no es competencia de la corte, al menos hasta que se pueda probar que esos olores contaminan la atmósfera, cosa que hasta ahora no se ha hecho. <br />
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La furia de los asambleístas no tardó en manifestarse y ya prometen, no sólo no levantar el corte sino ampliarlo a otros puntos de la frontera. Falta ver qué actitud tomará el gobierno nacional.</p>
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Los asambleístas de Gualeguaychú furiosos con el fallo de La Haya
Indignados con la decisión del Tribunal de no trasladar a la pastera por entender que no contamina como sostienen desde hace más de tres años para justificar el corte de rutas amenazan con ampliar la medida de fuerza.