China: el nuevo politburó puede limitar a Hu Jintao, pero no mucho

En duras negociaciones, el comité central del PC aprobó un borrador de nueva cúpula. Al parecer, Hu no logró mayor poder. Sus aliados esperaban que el presidente pudiera tener allanados sus cinco años finales (2008/12).

22 octubre, 2007

El máximo organismo colegiado resolvió incorporar cuatro altos funcionarios al politburó. Pero sólo uno, Li Kejiang (de Liaoning) debe su ascenso a Hu. Xi Jinping (Shanghai), ya en el cuerpo ejecutivo, tiene mayor jerarquía que Li. Por ende, es el candidato más probable para suceder a Hu en sus tres funciones: cabeza del partido Comunista, presidente y jefe de las fuerzas armadas.

Xi, hijo de un alto funcionario bajo Mao Zedong, es una elección de compromiso, aceptable para Hu y su antecesor, el hoy retirado Jiang Zemin, que influyó bastante en el recambio. Xi va en lugar de Chen Liangyu, hoy en el ostracismo a raíz del mayor escándalo por corrupción en más de diez años.

Otros dos ingresos al politburó son He Guoqiang –un burócrata- y Zhou Yongkang, secretario de justicia. Se lo considera muy allegados al vicepresidente Zeng Qinghong, que abandonará el cuerpo. Cabe recordar que estas movimientos de deciden en secreto y recién tomarán estado público luego del congreso del PC, que inicia sesiones el lunes 22.

No obstante tantas señales conservadoras, el comité central admite que el PC podría reformar la carta orgánica. Eso da a entender que una idea de Hu –desarrollo más equilibrado, justo y sostenible- tal vez pase a figurar en esa carta y en la constitución. No obstante, el congreso insistió en la naturaleza colectiva de las decisiones.

Por otra parte, Hu todavía debe lograr consensos entre los nueve vocales del politburó. Una mayoría alcanzó la cima merced a Jiang o Zeng, más que a Hu. Por eso, el presidente intenta reducir el número de nueve a siete y, de paso, meter gente de su propia base política, la juventud comunista.

Durante su gestión, el presidente se ocupó bastante de la creciente brecha entre ricos y pobres y los costos ambientales de un crecimiento económico tan largo como firme. También mejoró relaciones con Estados Unidos, se dedicó a África y ayudo a desactivar el arsenal nuclear norcoreano. Son cartas fuertes dentro y fuera de la región. Pero no abrió el juego en materia de medios –China practica la censura en internet-, opinión pública y trato a los disidentes. Sus aliados, empero, aun creen que Hu podría promover más cambios en el mandato 2008-12, pues tiene una ventaja: sus 64 años, contra los ochenta de su sombra negra, Jiang.

El máximo organismo colegiado resolvió incorporar cuatro altos funcionarios al politburó. Pero sólo uno, Li Kejiang (de Liaoning) debe su ascenso a Hu. Xi Jinping (Shanghai), ya en el cuerpo ejecutivo, tiene mayor jerarquía que Li. Por ende, es el candidato más probable para suceder a Hu en sus tres funciones: cabeza del partido Comunista, presidente y jefe de las fuerzas armadas.

Xi, hijo de un alto funcionario bajo Mao Zedong, es una elección de compromiso, aceptable para Hu y su antecesor, el hoy retirado Jiang Zemin, que influyó bastante en el recambio. Xi va en lugar de Chen Liangyu, hoy en el ostracismo a raíz del mayor escándalo por corrupción en más de diez años.

Otros dos ingresos al politburó son He Guoqiang –un burócrata- y Zhou Yongkang, secretario de justicia. Se lo considera muy allegados al vicepresidente Zeng Qinghong, que abandonará el cuerpo. Cabe recordar que estas movimientos de deciden en secreto y recién tomarán estado público luego del congreso del PC, que inicia sesiones el lunes 22.

No obstante tantas señales conservadoras, el comité central admite que el PC podría reformar la carta orgánica. Eso da a entender que una idea de Hu –desarrollo más equilibrado, justo y sostenible- tal vez pase a figurar en esa carta y en la constitución. No obstante, el congreso insistió en la naturaleza colectiva de las decisiones.

Por otra parte, Hu todavía debe lograr consensos entre los nueve vocales del politburó. Una mayoría alcanzó la cima merced a Jiang o Zeng, más que a Hu. Por eso, el presidente intenta reducir el número de nueve a siete y, de paso, meter gente de su propia base política, la juventud comunista.

Durante su gestión, el presidente se ocupó bastante de la creciente brecha entre ricos y pobres y los costos ambientales de un crecimiento económico tan largo como firme. También mejoró relaciones con Estados Unidos, se dedicó a África y ayudo a desactivar el arsenal nuclear norcoreano. Son cartas fuertes dentro y fuera de la región. Pero no abrió el juego en materia de medios –China practica la censura en internet-, opinión pública y trato a los disidentes. Sus aliados, empero, aun creen que Hu podría promover más cambios en el mandato 2008-12, pues tiene una ventaja: sus 64 años, contra los ochenta de su sombra negra, Jiang.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades