<p>Ambos temas fueron abordados por Cui Tiankai, vicecanciller y principal negociador chino en la cumbre del grupo de los 20, que se reúne en Gyongju, Surcorea, el 11 y 12 del mes. EE.UU. tiene un plan para limitar superávit o déficit a un tope de 4% en términos de producto bruto interno.<br />
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“Eso nos llevaría de vuelta a las economías centralmente planificadas”, sostuvo el funcionario. Curiosa advertencia, pues se la formula desde un país adalid en la materia… hasta la transformación iniciada en 1978. Hoy hasta Cuba abandona el sistema creado por Trotsky en la Unión Soviética de los años 20. <br />
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“Creemos –añadió Cui- que debatir objetivos en cuenta corriente soslaya completamente lo fundamental”. En la primera reacción oficial a la propuesta, agregó: “Si nos fijamos en la economía mundial, surgen muchos problemas que merecen mayor atención. Por ejemplo, la flexibilización cuantitativa de ciertas variables”.<br />
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Timothy Geithner, secretario del Tesoro, había sugerido emplear metas en cuenta corriente para “acelerar el reequilibrio cambiario internacional”, como parte de un acercamiento a Beijing. En realidad, era otro intento de presionar para que se revalúe el yüan a mayor ritmo. En las últimas semanas circulaban rumores de que China recibiría bien el esquema de Geithner.<br />
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En rigor, Yi Gang (vicegobernador del banco central) señaló la intención de reducir su superávit corriente a 4% del PBI. Pero no implica un mecanismo automático y está pensado para el mediano plazo. Sin embargo, había una esperanza para Washington: Li Daokui, asesor de Yi, admitió días atrás que esas discusiones podrían derivar en entendimientos útiles.<br />
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Pero los nuevos comentarios de Cui señalan que la conducción política luego resolvió declinar las propuestas de Geithner. Tras cartón, el funcionario exigió a EE.UU. “explicaciones sobre la decisión de ampliar la flexibilidad cuantitativa”, resuelta por la RF esta semana, poco antes de inyectar US$ 600.000 millones en la economía. Estas mismas medidas acaban de ser criticadas por los gobiernos de Brasil y Alemania. Los tres temen una inundación de capitales especulativos en los mercados emergentes o burbujas eufóricas como la de estos días.</p>
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China criticó propuestas de Estados Unidos para el G-20
Beijing rechazó una moción de Washington para imponer metas en cuentas corrientes. Asimismo, censuró políticas de la Reserva Federal, inclusive la inyección de US$ 600.000 millones en esa economía. Esto aleja posibilidades de entendimiento mutuo.