Chile sigue nervioso y las petroleras locales piden aumentos

El presidente Ricardo Lagos insistió, ayer, que el gobierno argentino "no tiene claridad" sobre el problema del gas natural. Buenos Aires acaba de reducir nuevamente las exportaciones a Chile.

28 abril, 2004

“Es un defecto de diagnóstico el nuevo recorte de suministro que ese país envía al norte”, dijo Lagos en declaraciones desde Sudáfrica, donde está realizando una visita oficial. Al racionamiento de 3.300.000 m3 diarios, impuesto hace algunas semanas a Chile, Argentina sumó el sábado un recorte de 950.000 m3/diarios, para afrontar un incremento de necesidades internas a raíz de menores temperaturas.

Esta reducción adicional se produjo horas antes de que la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, llegara a Buenos Aires para reunirse con su colega, Rafael Bielsa, por ese problema. Retomando actitudes algo irritadas, Lagos se expresó –en un país ajeno a la cuestión- con tono por demás fuerte.

Por supuesto, las restricciones argentinas afectan al sistema interconectado del Norte Grande, especialmente a las generadoras Electroandina y Edelnor. También alcanzarán al sistema central, la mayor red de distribución eléctrica de Chile. En verdad, al vecino le faltan cerca de cuatro millones de metros cúbicos, o sea el 25% de lo que importa desde Argentina.

No obstante, hay un trasfondo geopolítico: la otra fuente asequible de gas es Bolivia, pero ambos países se aferran a disputas anacrónicas y ni siquiera tienen relaciones diplomáticas. Entonces, es más fácil para Chile enojarse con Argentina.

En este clima, las empresas petroleras establecidas en Argentina estudian aumentos de 3 a 5% en combustibles, para los próximos días. Así reveló Oscar Vicente, director de Petrobrás. A su vez, algunos funcionarios recordaron que pueden intervenir y estiman que no hay margen para elevar tarifas.

“Es un defecto de diagnóstico el nuevo recorte de suministro que ese país envía al norte”, dijo Lagos en declaraciones desde Sudáfrica, donde está realizando una visita oficial. Al racionamiento de 3.300.000 m3 diarios, impuesto hace algunas semanas a Chile, Argentina sumó el sábado un recorte de 950.000 m3/diarios, para afrontar un incremento de necesidades internas a raíz de menores temperaturas.

Esta reducción adicional se produjo horas antes de que la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, llegara a Buenos Aires para reunirse con su colega, Rafael Bielsa, por ese problema. Retomando actitudes algo irritadas, Lagos se expresó –en un país ajeno a la cuestión- con tono por demás fuerte.

Por supuesto, las restricciones argentinas afectan al sistema interconectado del Norte Grande, especialmente a las generadoras Electroandina y Edelnor. También alcanzarán al sistema central, la mayor red de distribución eléctrica de Chile. En verdad, al vecino le faltan cerca de cuatro millones de metros cúbicos, o sea el 25% de lo que importa desde Argentina.

No obstante, hay un trasfondo geopolítico: la otra fuente asequible de gas es Bolivia, pero ambos países se aferran a disputas anacrónicas y ni siquiera tienen relaciones diplomáticas. Entonces, es más fácil para Chile enojarse con Argentina.

En este clima, las empresas petroleras establecidas en Argentina estudian aumentos de 3 a 5% en combustibles, para los próximos días. Así reveló Oscar Vicente, director de Petrobrás. A su vez, algunos funcionarios recordaron que pueden intervenir y estiman que no hay margen para elevar tarifas.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades