<p> Por cierto, la ajustada mayoría parlamentaria de la triple coalición era un castillo de naipes. Ya en 2004, Klaus se negó a izar la bandera de la UE en la residencia presidencial de Praga. Sigue en igual postura, pese al mandato temporal al frente de la entidad, cuya guerra contra el ex primer ministro deja vacante ese sillón.</p>
<p>Bruselas no atina a reaccionar. “Espero la noche de los cuchillos largos”, dijo Klaus tras retener la presidencia en 2006, La frase cayó pésimo en toda Europa central: alude a la masacre de las SA (Schützabteilungen) nazis, 1934, a manos de la SS (Schützstaffeln) por orden de Adolf Hitler. Klaus es alemán étnico.</p>
<p> A pocos días de la cumbre convocada en Londres por el Grupo de los 20, a Barack Obama lo esperan el dilema checo, la caída del gobierno húngaro y emergencias financieras en otros dos países (Letonia, Rumania). En síntesis, ese encuentro parece pivotear sobre las relaciones entre Estados Unidos y la UE.</p>
<p>Pero no es tan así. La irónica crítica del banco central chino a la demora norteamericana en encarar reformas drásticas se suma a similar actitud brasileña. Volviendo a Praga, ahora Klaus debe asumir el poder ejecutivo –para no dejar vacía la presidencia de la UE- o, de lo contrario, llamar a elecciones a elecciones en plena crisis local y regional. </p>
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Checos: Vaclav Klaus acabó con Topolanek
Hostigado por el Presidente, el ahora ex primer ministro le crea un problema a la Unión Europea, a cuya cabeza está hasta junio. Esta situación no perturba a Klaus, reconocido euroescéptico, que se apresuró a aceptar la renuncia de Topolanek.