Cané vuelve al Senasa

El gobierno argentino decidió levantar la intervención y nombrar a Bernardo Cané presidente del organismo sanitario. Planean poner en marcha un plan para derrotar a la aftosa en cuatro años.

2 abril, 2001

El gobierno de Fernando de la Rúa buscará impulsar un estricto y riguroso plan de control de la fiebre aftosa, que se extendería durante los próximos cinco años, pero que significará la extinción definitiva del mal, según las explicaciones oficiales.

Mientras el número de focos de la enfermedad continúa en aumento (del jueves a hoy se sumaron 17 a los 132 declarados), la administración nacional anunció un decreto para la “regularización y reordenamiento” del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria (Senasa), el organismo que se ha ocupado del problema de la aftosa desde que fue creado.

A través de un decreto, el Gobierno dio por finalizada hoy (lunes 2)la intervención del Senasa, que se había declarado el 16 de marzo último, y nombró a Bernardo Gabriel Cané, como presidente de esa dependencia.

El nombramiento de Cané fue sugerido por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, a raíz de que Cané fue quien dirigió esa entidad hasta 1996, cuando la Argentina fue reconocida oficialmente como “país libre de fiebre aftosa sin vacunación”.

Según fuentes gubernamentales, el nuevo titular del Senasa contará con atribuciones especiales. Su equipo estará conformado por 15 técnicos y también se reestablecerá el Consejo de Administración, una entidad compuesta por representantes de las asociaciones rurales y agrarias más importantes del país.

De entre las facultadas otorgadas a Cané se desprenden las de “declarar el estado de emergencia sanitaria, contratar locaciones de obra, comprar equipamiento y efectuar gastos” para hacer frente a la enfermedad.

El secretario de Agricultura, Marcelo Ragúnaga, que llegó ayer (domingo 1) de Brasil, donde tuvo que destrabar una prohibición de ingreso a los cereales argentinos, dijo que la regularización del Senasa, responde a la necesidad de trazar un plan para “transparentar la situación sanitaria en la Argentina”.

La aftosa no causa daño alguno a la salud humana, pero provoca pérdidas millonarias al sector agropecuario y a la economía exportadora de los países.

En la Argentina, el Senasa certifica mercaderías por un valor cercano a los US$ 12.000 millones por año.

Según pudo adelantar su nuevo presidente, la idea es crear una barrera entre aquellas regiones donde se extendieron los focos y las que se han mantenido de libres del mal como la Patagonia, la zona Mesopotámica y el Noroeste.

El gobierno de Fernando de la Rúa buscará impulsar un estricto y riguroso plan de control de la fiebre aftosa, que se extendería durante los próximos cinco años, pero que significará la extinción definitiva del mal, según las explicaciones oficiales.

Mientras el número de focos de la enfermedad continúa en aumento (del jueves a hoy se sumaron 17 a los 132 declarados), la administración nacional anunció un decreto para la “regularización y reordenamiento” del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria (Senasa), el organismo que se ha ocupado del problema de la aftosa desde que fue creado.

A través de un decreto, el Gobierno dio por finalizada hoy (lunes 2)la intervención del Senasa, que se había declarado el 16 de marzo último, y nombró a Bernardo Gabriel Cané, como presidente de esa dependencia.

El nombramiento de Cané fue sugerido por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, a raíz de que Cané fue quien dirigió esa entidad hasta 1996, cuando la Argentina fue reconocida oficialmente como “país libre de fiebre aftosa sin vacunación”.

Según fuentes gubernamentales, el nuevo titular del Senasa contará con atribuciones especiales. Su equipo estará conformado por 15 técnicos y también se reestablecerá el Consejo de Administración, una entidad compuesta por representantes de las asociaciones rurales y agrarias más importantes del país.

De entre las facultadas otorgadas a Cané se desprenden las de “declarar el estado de emergencia sanitaria, contratar locaciones de obra, comprar equipamiento y efectuar gastos” para hacer frente a la enfermedad.

El secretario de Agricultura, Marcelo Ragúnaga, que llegó ayer (domingo 1) de Brasil, donde tuvo que destrabar una prohibición de ingreso a los cereales argentinos, dijo que la regularización del Senasa, responde a la necesidad de trazar un plan para “transparentar la situación sanitaria en la Argentina”.

La aftosa no causa daño alguno a la salud humana, pero provoca pérdidas millonarias al sector agropecuario y a la economía exportadora de los países.

En la Argentina, el Senasa certifica mercaderías por un valor cercano a los US$ 12.000 millones por año.

Según pudo adelantar su nuevo presidente, la idea es crear una barrera entre aquellas regiones donde se extendieron los focos y las que se han mantenido de libres del mal como la Patagonia, la zona Mesopotámica y el Noroeste.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades