A finales de 2017, la mayor parte de la población mundial vivía en democracia. Pero desde entonces un tercio de la población mundial, o sea 2.500 millones de personas, ha atravesado un proceso de “autocratización” mediante el cual un líder o grupo de líderes comenzó a limitar los atributos democráticos y a gobernar más unilateralmente. La actual tendencia hacia la autocratización se observa en todo el mundo y afecta a Europa y todo el continente americano. Solo el Ãfrica subsahariana muestra, en promedio, algunas mejoras democráticas.
Por primera vez desde 1979 hay igual número de países con democracia en retroceso que con democracia en avance.
Solamente 15% de la población mundial vive en países donde todos, cualquiera sea su género o estatus socioeconómico, tiene acceso más o menos igualitario al poder político.
¿Pasó la hora de la democracia?
David Runciman, profesor de ciencia política de la Universidad de Cambridge, se diferencia de muchos otros teóricos en que no señala al presidente Donald Trump como la causa del deterioro democrático en Estados Unidos. Él no parte de la premisa que el actual presidente es el peligro central. Si bien toma el fenómeno Trump con seriedad, cree que el presidente es solo un síntoma del problema, no la causa. Su premisa es que tal vez la democracia occidental ha superado ya su periodo de apogeo. Floreció en Occidente bajo circunstancias históricas particulares. Bajo nuevas condiciones, los sistemas democráticos podrían quedar vacíos de contenido y comenzar a fracasar.