El Departamento del Tesoro abandonó oficialmente el miércoles la estrategia original de rescatar al sistema financiero, cuando funcionarios de la administración reconocieron que los bancos y las instituciones financieras se mostraban más renuentes que nunca a prestar a los consumidores.
Pero en los escasos dos meses que le quedan al gobierno del presidente Bush, el Secretario del Tesoro Henry M. Paulson espera implantar un importante programa nuevo de préstamos que se manejaría desde la Reserva Federal y estaría destinado a destrabar el mercado de crédito al consumidor.
El programa, que aún está en pañales, usaría por primera vez fondos de rescate para ayudar a consumidores en lugar de a bancos, entidades de ahorro y préstamo y firmas de Wall Street.
Funcionarios del Tesoro dijeron que esperan invertir unos US$ 50.000 millones del fondo de rescate en la nueva facilidad de préstamos con el objetivo de ayudar a las empresas que emiten tarjetas de crédito a otorgar préstamos a estudiantes y financiar la compra de autos.
Tal como está previsto, la Tesorería pondría 5% de lo que una empresa usaría para esos préstamos e inversionistas privados pondrían tal vez 20 veces eso comprando bonos emitidos por el nuevo programa.
A pesar de la abrumadora cantidad de dinero que el Congreso autorizó a la Tesorería — US$ 350.000 millones inmediatamente y otros US$ 350.ooo que el Congreso aprobaría mediante un proceso de vía rápida – a Paulson se le está acabando el dinero y el tiempo.
La noticia de que el gobierno no comprará malos activos hipotecarios desalentó a los inversionistas el miércoles e hizo caer los mercados por tercer día consecutivo en la semana.
La Tesorería ya comprometió unos US$ 290.000 millones. Destinó US$ 125.000 millones a los nueve bancos más grandes del país y a bancas de inversión; otros US$ 125.000 millones a bancos regionales que cotizan en bolsa; y US$ 40.000 millones a expandir el rescate a American International Group (AIG), el conglomerado de seguros que colapsó en septiembre.
Paulson se refirió vagamente al plan de crédito a los consumidores en una conferencia de prensa el miércoles y algunos funcionarios de la reserva Federal advirtieron que habían visto pocos detalles. Pero desde el Tesoro interpretaron que el plan tendría un impacto positivo y que podría imponerse en las próximas semanas.
Paulson admitió que descartó el plan que originalmente había enviado al Congreso en septiembre, según el cual el Departamento del Tesoro compraría cientos de miles de millones de dólares en títulos respaldados por hipotecas malas para liberar dejar a los bancos en condiciones de reanudar sus préstamos normales.
El programa todavía se llama “Programa de rescate de activos en problemas” (Troubled Asset Relief Program, o TARP), pero no va a comprar activos en problemas. “en este momento nuestra evaluación dice que ésa no es la manera más efectiva de usar fondos TARP,” dijo Paulson.
En lugar de eso, la Tesorería acelerará su programa de inyectar capital directamente en los bancos y, por primera vez, expandirlo para incluir a empresas que no son bancos federalmente regulados.
No se usarán Fondos de la Tesorería, aclaró Paulson, para rescatar a la industria automotric. Sin embargo, dejó la puerta abierta para algún tipo de apoyo a las automotrices al ofrecer recapitalizar compañías financieras no bancarias como GE Capital y CIT Financial y las subsidiarias financieras de Ford, Chrysler y General Motors.
El Departamento del Tesoro abandonó oficialmente el miércoles la estrategia original de rescatar al sistema financiero, cuando funcionarios de la administración reconocieron que los bancos y las instituciones financieras se mostraban más renuentes que nunca a prestar a los consumidores. <br />
<p> Pero en los escasos dos meses que le quedan al gobierno del presidente Bush, el Secretario del Tesoro Henry M. Paulson espera implantar un importante programa nuevo de préstamos que se manejaría desde la Reserva Federal y estaría destinado a destrabar el mercado de crédito al consumidor. </p>
<p> El programa, que aún está en pañales, usaría por primera vez fondos de rescate para ayudar a consumidores en lugar de a bancos, entidades de ahorro y préstamo y firmas de Wall Street. </p>
<p> Funcionarios del Tesoro dijeron que esperan invertir unos US$ 50.000 millones del fondo de rescate en la nueva facilidad de préstamos con el objetivo de ayudar a las empresas que emiten tarjetas de crédito a otorgar préstamos a estudiantes y financiar la compra de autos. </p>
<p> Tal como está previsto, la Tesorería pondría 5% de lo que una empresa usaría para esos préstamos e inversionistas privados pondrían tal vez 20 veces eso comprando bonos emitidos por el nuevo programa.</p>
<p> A pesar de la abrumadora cantidad de dinero que el Congreso autorizó a la Tesorería — US$ 350.000 millones inmediatamente y otros US$ 350.ooo que el Congreso aprobaría mediante un proceso de vía rápida – a Paulson se le está acabando el dinero y el tiempo.</p>
<p> La noticia de que el gobierno no comprará malos activos hipotecarios desalentó a los inversionistas el miércoles e hizo caer los mercados por tercer día consecutivo en la semana. </p>
<p> La Tesorería ya comprometió unos US$ 290.000 millones. Destinó US$ 125.000 millones a los nueve bancos más grandes del país y a bancas de inversión; otros US$ 125.000 millones a bancos regionales que cotizan en bolsa; y US$ 40.000 millones a expandir el rescate a American International Group (AIG), el conglomerado de seguros que colapsó en septiembre. </p>
<p> Paulson se refirió vagamente al plan de crédito a los consumidores en una conferencia de prensa el miércoles y algunos funcionarios de la reserva Federal advirtieron que habían visto pocos detalles. Pero desde el Tesoro interpretaron que el plan tendría un impacto positivo y que podría imponerse en las próximas semanas. </p>
<p> Paulson admitió que descartó el plan que originalmente había enviado al Congreso en septiembre, según el cual el Departamento del Tesoro compraría cientos de miles de millones de dólares en títulos respaldados por hipotecas malas para liberar dejar a los bancos en condiciones de reanudar sus préstamos normales. </p>
<p> El programa todavía se llama “Programa de rescate de activos en problemas” (Troubled Asset Relief Program, o TARP), pero no va a comprar activos en problemas. “en este momento nuestra evaluación dice que ésa no es la manera más efectiva de usar fondos TARP,” dijo Paulson. </p>
<p> En lugar de eso, la Tesorería acelerará su programa de inyectar capital directamente en los bancos y, por primera vez, expandirlo para incluir a empresas que no son bancos federalmente regulados. </p>
<p> No se usarán Fondos de la Tesorería, aclaró Paulson, para rescatar a la industria automotric. Sin embargo, dejó la puerta abierta para algún tipo de apoyo a las automotrices al ofrecer recapitalizar compañías financieras no bancarias como GE Capital y CIT Financial y las subsidiarias financieras de Ford, Chrysler y General Motors. </p>