<p>Los puntos claves de la discordia abarcan una norma de 2011 que elimina la autonomía del banco central y diluye sus facultades ejecutivas. Sin esos instrumentos, el florín no puede continuar siendo respaldado por el Banco Central Europeo.<br />
Otra medida, políticamente más deletérea, es la ley sobre “libertad de prensa”. En realidad, pone bajo control directo del poder ejecutivo todos los medios de información. El que no acate la norma, será clausurado (o deberá abandonar el país). <br />
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En tercer término, Bruselas y Estrasburgo ponen en tela de juicio reformas al proceso judicial y a la tutela de la privacía.<br />
Sea como fuere, el presidente de la CE, José Manuel Durão Barroso, ha confirmado acciones legales para esta misma semana. “Hemos resuelto abrir tres procedimientos –señalaba el alto funcionario- para salvaguardar la independencia del emisor húngaro, el régimen laboral de los magistrados y la entidad que ampara los datos privados”.<br />
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Por cuerda separada, el belga Guy Verhofstadt –ex primer ministro liberal- ha solicitado recurrir al severo artículo 7 de la constitución europea. Éste se refiere a transgresiones de principios democráticos y derechos civiles fundamentales. Nunca se había aplicado en la historia de la UE.<br />
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De una forma u otra, se cuestionan la reforma constitucional y las nuevas leyes introducidas con el nuevo año por Orbán, gracias a la mayoría de 60% que su partido Fidesz (Lealtad) logró en el parlamento. En rigor, lo más delicado hace al banco central y a la justicia. Los tratados europeos exigen autonomía de los emisores. Pero ahora la nueva carta permite que los ministros participen en las reuniones del banco central. <br />
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Esto es algo que el BCE no puede tolerar, como tampoco el Fondo Monetario Internacional, que ha cortado tratativas para una inyección de € 20.000 millones a una Hungría muy golpeada por la eurocrisis. “Sin volver a la autonomía del banco central, no habrá contactos con el FMI”, subrayaban en Bruselas.</p>
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Bruselas contra Budapest ante el Europarlamento
El primer ministro derechista Viktor Orbán debe dar hoy detenidas explicaciones en Estrasburgo. Al respecto, la Comisión Europea y la legislatura contemplan acciones jurídicas si Hungría no adapta sus nuevas leyes al canon de la Unión Europea.