Advertencia del BM a países emergentes
Las economías en desarrollo debieran aprestarse a una licuación comparable a la de 2007/09. Claro: eso si la crisis de deuda soberana europea se sale de madre, sostienen pronósticos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o BM).
18 enero, 2012
<p>Su nuevo informe, emulando al Fondo Monetario Internacional, anuncia un crecimiento para 2012 más lento que el estimado hace seis meses. Aun si la Eurozona logra atravesar sus problemas actuales, creen los analistas de esta entidad tan afín a Washington. Por ende, el producto bruto global se expandirá alrededor de 4% promedio, con pisos y picos. <br />
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Estos técnicos cargan las tintas en los países más pobres. De ese modo, Andrew Burns –jefe de macroeconomía en el Banco Mundial- señalaba en Londres que los emergentes “deben esperar lo mejor pero prepararse para lo peor”. Insistiendo en el planeamiento contingente, agregaba: “Un recrudecimiento de la eurocrisis no respetaría a casi nadie. En esas circunstancias, las tasas de crecimiento de las economías centrales y emergentes caerían tanto o más que en 2007/09”.<br />
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En ese tono sombrío, a juicio del BM “será mucho más dificultoso salir de esa eventual crisis, pues los países ricos dispondrán de escasos instrumentos monetarios y fiscales capaces de interrumpir círculos viciosos”. Por otro lado, “las economías más pobres tienen hoy menos capital, oportunidades comerciales y apoyo financiero más débil para proyectos públicos o privados. Todo en relación con 2009”.<br />
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Inclusive sin un deslizamiento a otra crisis sistémica, los pronósticos del Banco Mundial son significativamente peores que en junio último, quizá para compensar su “optimismo” de entonces. Aplicando paridades de mercado, la economía mundial posiblemente se expanda 2,5% en 2012 y 3,1% en 2013, bastante menos que 3,6% anticipado meses atrás para este año y el siguiente. <br />
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Finalmente, el BIRF supone que la economía de la Eurozona “se contraerá en 2012, y que otras economías centrales avanzarán apenas 2,1%. Esta degradación del sector desarrollado acentúa incertidumbres que, a su vez, pueden disminuir los flujos comerciales y la demanda de productos originados en economías marginales.</p>