<p>Eso sugiere que, en el caso actual de Brasil, los gurúes deberán restringir el horizonte a alrededor de 2033/5, que ya es mucho y, por otra parte, coincide con una fecha clave para el agotamiento de hidrocarburos. Resulta, pues, sugestivo que el ascenso brasileño se relacione hoy con el descubrimiento de vastas reservas submarinas frente a las costas sudorientales.<br />
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En otro plano, la bolsa de San Pablo –única sustancial en Sudamérica- ha incorporado a su lista de líderes la filial local de Banco Santander Central Hispano, un paquete de US$ 8.000 millones. Es la mayor operación de su tipo en el mundo. En una dimensión más trivial, el gigante latino se impuso a Tokio, Chicago y Madrid como sede de la copa mundial de fútbol 2014 y los juegos olímpicos 2016.<br />
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Por supuesto, muchos analistas políticos y económicos tienen grandes dudas sobre el control de la violencia social, particularmente en las inmensas villas miseria. Como en México, la marginación extrema y el narcotráfico funcionan en tándem. Si a veces parece mayor al norte es por su vecindad con Estados Unidos, donde unas veinte ciudades –sudeste y sudoeste del país- han sido infiltradas por bandas mexicanas y maras centroamericanas.<br />
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En Brasil, además, el delito “minorista” castiga las espectaculares playas, desde Santa Catalina hasta Ceará. Una típica combinación entre ladrones, asaltantes de caminos y policía corrupta afecta el turismo, un negocio clave en el este, el noreste y el sudeste del país.<br />
En síntesis, es una geografía de inquietantes contrastes. En un territorio de inmensas riquezas naturales –renovables o no- y sólida estructura industrial o energética, mueren decenas de miles, víctimas de la violencia. No es todavía política, pero algunas situaciones lo son: en el estado de San Pablo más de veinte cárceles de media o alta seguridad coexisten con una docena de grandes favelas en la capital.<br />
El perfil de la violencia urbana incluye a Brasil en un grupo de naciones que, según Naciones Unidas, viven “guerras civiles de baja intensidad”. Igual que México. En el último copamiento policial de una villa carioca y durante un fin de semana, perecieron catorce uniformados. Inclusive, los narcos derribaron un helicóptero. Algunos medios comparaban eso con una guerra civil lisa y llana, la de Afganistán. En resumen, al presidente Luiz Inácio da Silva le costará cumplir con su promesa de “limpiar las favelas de narcotraficantes”. Para 2016, año olímpico, este siglo estará a punto de alcanzar el primer tercio y los restantes dos ni siquiera pueden imaginarse..</p>
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Brasil ¿superpotencia en el primer tercio del siglo?
Por supuesto, los pronósticos geopolíticos a cien años vista no valen. Baste recordar que, hace una centuria, nadie preveía el colapso de tres imperios, el austrohúngaro, el otomano y el británico. Tampoco la aparición del soviético y su fin.