El domingo por la noche, casi el mismo ejército de opinadores latinoamericanos –entre ellos, algunos doctos rioplatenses que solían denostar a Luiz Inácio da Silva, años atrás- exaltaba a Lula y lo presentaba como modelo continental. Aunque el mandatario acabase de criticar el renacimiento de la IV flota norteamericana en el Caribe.
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<p> Pese a una serie de triunfos municipales, tres metrópolis –San Pablo, Río de Janeiro, Bello Horizonte- hacen segunda vuelta el domingo 26. Fuera de eso, el laborismo y su coalición reunieron l4 millones de votos sobre el resto. En un cuarto del país, fue relevante el aporte del Movimiento Democrático Brasileño (MDB).</p>
<p> Subsiste como oposición, aunque reducido a algunas áreas urbanas, el partido Socialdemócrata Brasileño (PSB), del ex presidente Fernando H. Cardoso, hoy líder conservador. El padrón constaba de 128 millones, que debían elegir 5.600 intendentes y más de 50.000 concejales. Hay segunda vuelta en 77 comunas con más de 200.000 habitantes donde nadie alcanzó mayoría simple (la mitad más uno, a veces mal llamada “absoluta”).</p>
<p> El “<em>ballotage</em>” alcanza a una buena cantidad de las veintiséis capitales provinciales, lo cual revela que la clase media urbana sigue sin comulgar con Lula. El mismo fenómeno, al revés, opera contra Barack Obama en los pueblos chicos norteamericanos.</p>
<p> En San Pablo (8.200.000 votantes), el derechista Gilberto Kassab, actual alcalde, rozaba 37% contra 32% de Marta Suplicy (oficialista) y 25% de Gerardo Alckmin. En Río, Edoardo Paes (MDB) reunía 33% y se enfrentará con Fernando Gabeira (verde, 26%). En Bello Horizonte, Márcio Lacerda (partido Socialista) obtuvo 43%, contra 40% de Leonardo Quintao (MDB). </p>
Brasil: se impuso el laborismo, pero habrá segunda vuelta
Como se esperaba, las tres mayores grandes ciudades imponen el ballotage. No obstante, el partido Laborista forma correcta de trabalhista) y sus aliados hicieron una brillante elección, gracias a la imagen presidencial.