<p>Sin llegar ni de lejos a las caídas sistémicas sufridas por Estados Unidos o la Unión Europea, la mayor economía latinoamericana se contrajo en dos trimestres seguidos. Por vez primera desde 1999, el banco central ubica el tipo referencial por debajo de 10% anual.<br />
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El instituto brasileño de estadística califica esa contracción de leve, aun comparándola con otras economías emergentes de relevancia. Por su parte, Guido Mantega, ministro de hacienda que fue a Asunción con Lula, detecta señales de recuperación este trimestre, que podrían asentarse en el resto del año. Algunos expertos coinciden y proyectan una suave reacción de 0,9% en julio-septiembre.<br />
Por su parte, el banco central no suele formular pronósticos concretos. Pero, según minutas de su última reunión, el directorio estima que la debilidad económica permitiría reducir tasas sin generar efectos inflacionarios. Desde 1998 hasta 2003, Brasil mantuvo los tipos nominales más altos del mundo, entre 32 y 24% anual. Recién a partir de 2006 comenzaron a ceder.<br />
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A la inversa de Argentina en los años 90 y principios de la década actual, el gigante privilegiaba una meta criticada por los neoclásicos: impedir la fuga de capitales en moneda fuerte. Por otro lado, Brasil se endeudaba en reales, no en dólares como hacía Argentina, fiel a recetas del Fondo Monetario que la llevaron a la crisis de 1997/2002.<br />
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La relativa estabilidad presente permite al país –como se indica en la reunión del Mercosur- aplicar una estrategia anticíclica similar a las de EE.UU. o la Eurozona. El cambio de guardia en el FMI, entretanto, distanciaba al ente de la cartilla neoclásica. La misma que se rechazó, junto con la “flexibilidad laboral”, en la última cumbre del Grupo de los 20. A su vez, la burguesía empresaria paulista nunca presionó a favor de recetas monetaristas.<br />
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Aun gente como Armínio Fraga, ex jefe del BC que estabilizó la economía en la crisis cambiaria de 1997/9 (ligada a la paralela crisis sistémica del sudeste asiático), trata de “aberración” la política de crédito ultracaro. Por entonces, Buenos Aires apoyaba las recomendaciones de Anne Krueger, vicepresidente y poder real del FMI. “Hubiese preferido una baja de tasas más temprano, pero bienvenida sea”, señaló Fraga. No obstante, el gobierno no confía en quien hoy se dedica a la especulación pura, vía Gavea Investimentos, un fondo de cobertura (derivados).</p>
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Brasil rebajó tasas para frenar incipiente recesión
El gobierno de Luiz Inácio da Silva admite cierto retroceso. El producto bruto interno cedió 1,8% en el primer semestre respecto de igual lapso de 2008 y 0,8% bajo octubre-diciembre. La tasa básica pasó de 10,25% anual a 9,75%.