Brasil quiere invertir en la Argentina
Los empresarios de ese país le piden financiación al Gobierno para instalar sus firmas en el país aunque aun tienen temores respecto de la capacidad del equipo económico argentino para incentivar el crecimiento.
Una encuesta en internet, del portal Global21, entre exportadores y empresarios brasileños, reveló que 60% cree que el gobierno brasileño debería financiar la instalación de sus firmas en la Argentina.
Según los votantes “es justo que las autoridades nacionales ayuden a las empresas brasileñas a internacionalizarse”.
Los exportadores pusieron el acento en la necesidad de contar con recursos para vender más en el mercado argentino y reclamaron a los funcionarios de su país que incentiven el aumento de las exportaciones para lo cual precisarían de nuevas líneas de crédito.
Argumentan que este tipo de iniciativas “ayudarán a consolidar el Mercosur”; sin embargo, admiten que el gobierno brasileño debe liberar los recursos solo si se cumplen reglas contractuales claras, con obligaciones y derechos de las partes.
Entre 60% de los encuestados, que están a favor del financiamiento oficial, hay una opinión dominante: los estados brasileños ofrecen incentivos fiscales para atraer inversiones locales; de esa manera, sólo si se cuenta con buenas líneas de crédito oficiales, las firmas pueden pensar en instalarse en otros mercados.
Un informe de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda mostró que las provincias brasileñas no tuvieron miedo de liberar cuantiosos subsidios para atraer inversiones.
Según el relevamiento de ese organismo, gastaron en 1999 unos $ 22.000 millones en estímulos y renuncias fiscales.
Según los expertos esto hace difícil que el empresariado brasileño arriesgue capital en el exterior y que le pida a su Gobierno que invierta en las empresas nacionales.
Pero, junto con el interés que demuestran en la Argentina, los empresarios y economistas brasileños aun conservan ciertos temores.
Marcelo Lara Resende, un economista que colaboró con el Plan Real, dice que las medidas de Machinea “están en la dirección correcta, pero por son insuficientes para recuperar la competitividad, el crecimiento y la confianza de los acreedores”.
Una encuesta en internet, del portal Global21, entre exportadores y empresarios brasileños, reveló que 60% cree que el gobierno brasileño debería financiar la instalación de sus firmas en la Argentina.
Según los votantes “es justo que las autoridades nacionales ayuden a las empresas brasileñas a internacionalizarse”.
Los exportadores pusieron el acento en la necesidad de contar con recursos para vender más en el mercado argentino y reclamaron a los funcionarios de su país que incentiven el aumento de las exportaciones para lo cual precisarían de nuevas líneas de crédito.
Argumentan que este tipo de iniciativas “ayudarán a consolidar el Mercosur”; sin embargo, admiten que el gobierno brasileño debe liberar los recursos solo si se cumplen reglas contractuales claras, con obligaciones y derechos de las partes.
Entre 60% de los encuestados, que están a favor del financiamiento oficial, hay una opinión dominante: los estados brasileños ofrecen incentivos fiscales para atraer inversiones locales; de esa manera, sólo si se cuenta con buenas líneas de crédito oficiales, las firmas pueden pensar en instalarse en otros mercados.
Un informe de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda mostró que las provincias brasileñas no tuvieron miedo de liberar cuantiosos subsidios para atraer inversiones.
Según el relevamiento de ese organismo, gastaron en 1999 unos $ 22.000 millones en estímulos y renuncias fiscales.
Según los expertos esto hace difícil que el empresariado brasileño arriesgue capital en el exterior y que le pida a su Gobierno que invierta en las empresas nacionales.
Pero, junto con el interés que demuestran en la Argentina, los empresarios y economistas brasileños aun conservan ciertos temores.
Marcelo Lara Resende, un economista que colaboró con el Plan Real, dice que las medidas de Machinea “están en la dirección correcta, pero por son insuficientes para recuperar la competitividad, el crecimiento y la confianza de los acreedores”.
