Brasil pierde relevancia como socio de Argentina

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Las exportaciones al vecino país en el último año medido cayeron 27%, mientras las exportaciones a todo el mundo cayeron 16%. Es decir, el gigante regional genera mayores problemas a las ventas externas argentinas que la crisis internacional del comercio.

Brasil se encuentra ante una crisis múltiple. Por un lado, con una caída de su PBI (de entre 3,5% y 4% el año anterior, y probablemente de más del 3% este año, con un descenso de la actividad industrial que duplica el procentaje de caída general de la economía). Por el otro lado, con una situación de dificultad política con pocos precedentes (la Presidente amenazada por un impeachment, el partido político oficialista en crisis, los partidos aliados discutiendo la permanencia en la coalición, el Congreso en situación de baja manejabilidad política, el poder judicial arremetiendo contra funcionarios y ex funcionarios). Y por su parte, con una crisis social (que vincula un desempleo en alza –alrededor del 10%-, una tasa de inflación a niveles inusitados –ingresando en ratios de dos dígitos-, un malhumor social que se manifiesta en reiteradas protestas populares en las calles y una popularidad de la Presidente Dilma Russeff que es la más baja de un Presidente de la República desde la llegada de la democracia).

Las particulares vicisitudes políticas de los últimos días han agravado la difícil circunstancia por la que atraviesa Brasil. Pero para Argentina, Brasil -el socio del Mercosur y el principal vecino (por su dimensión)-, es el mayor mercado para nuestras exportaciones y el primer emisor de importaciones. Por ello, analizar el impacto que tienen las circunstancias que vive Brasil en nuestro    comercio internacional resulta de gran valor, sostiene el informe firmado por Marcelo Elizondo, Director General de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).

 

La relación en los últimos años

 

El comercio internacional argentino creció en los últimos 30 años en gran medida a partir de unos primeros pasos dados en la relación creciente con Brasil.

Hasta los años 90, cuando se torna operativo el vínculo del acuerdo del Mercado Común del Sur, la relación (propia de tiempos de economías cerradas) era más reducida. Como se muestra más abajo, de apenas US$ 765 millones de exportaciones se pasó a más de 14.000 millones en 2010. Luego, tras un pico en 2011, hubo descensos hasta llegar a la cifra de 2015 (en los últimos tres años el intercambio entre Argentina y Brasil se redujo más de 45%). Pero en el tránsito desde 1980, se observó que en esa década Brasil siempre representó porcentajes de un dígito del total de exportaciones argentinas, y se fortaleció luego recién como mercado en las décadas siguientes, cuando ya generó una situación en la que su participación porcentual en las exportaciones argentinas fue (después de 1990), siempre de dos dígitos.

Entre los años 90 y 2000 hubo un crecimiento rotundo de esa participación en la medida en que Argentina se convertía en un mercado que encarecía sus costos de producción frente al resto del mundo y enviaba a Brasil mucho de lo que no podía enviar a otros mercados; y ya desde 2003, cuando por los efectos de la devaluación, Argentina pudo crecer en ventas a otros mercados en porcentajes mayores, Brasil descendió relativamente en su relevancia (aunque manteniendo siempre una incidencia en porcentajes de dos dígitos y siendo siempre el principal mercado para Argentina).

Luego, una vez más, cuando Argentina comenzó a incrementar otra vez sus costos reales de producción (más recientemente, en los últimos años), Brasil volvió a crecer como destino que recibe nuestras ventas y colocaciones de bienes en el exterior, para llegar a rondar en los primeros años de la segunda década del siglo XXI una participación en torno (o aún por encima en algunos años) del 20%. Esto, hasta el inicio de la crisis reciente de Brasil, en la que las compras desde Brasil descendieron fuertemente.

En términos nominales es interesante observar que las exportaciones a Brasil tuvieron una buena alza entre 1980 y 1990, que se extiende luego hasta 1995; pero que esas exportaciones ya entre 1995 y 2005 no crecieron de modo relevante (punta a punta en esa serie); para volver al alza importante después la devaluación argentina de inicios de siglo.

Esto es: Brasil es un gran socio, pero fue más relevante para las ventas locales cuando Argentina se convierte en una economía con costos de producción más altos, en otros mercados (esto, como se verá más adelante, encontró una excepción en estos últimos años, pero debido a la recesión brasileña).

 

 

Brasil ha ganado notable relevancia para Argentina gracias al Mercosur (no hay aranceles, hay instituciones supranacionales regulando el comercio, existen algunos regímenes -como el automotriz- que alientan el intercambio comercial). Pero, de todos modos, y como se ha expuesto, la recesión en el país vecino ha hecho que en 2015 las ventas argentinas a Brasil sean menos relevantes que lo que en términos porcentuales fueron los años anteriores (las exportaciones a Brasil cayeron el año pasado alrededor de 27%, mientras las exportaciones totales al mundo cayeron 16%)

 

El último lustro

 

Como consecuencia de la severa crisis política y económica, las importaciones decrecen en Brasil fuertemente. Para Argentina, considerando que Brasil es el principal socio comercial, esta noticia es de especial impacto.

Algo notable, como antes se manifestó, es que el comercio con Brasil cae en proporciones mucho mayores que la caída del vínculo comercial con todo el mundo. Eso está produciendo que, midiendo desde el inicio de la segunda década del siglo, la participación de Brasil en las exportaciones argentinas haya descendido desde más de 21% en 2010 hasta algo más de 17% el año pasado. La pobre participación (de apenas 17,7%) en el total de exportaciones del año pasado, es la más baja en lo que va de la década y hay que remontarse a diez años antes (cuando Argentina había devaluado fuertemente su moneda y por ende tenía competitividad por menores costos reales para la producción en terceros mercados) para encontrar una presencia relativa tan baja del principal socio del Mercosur en las exportaciones argentinas.

 

Esto está mostrando que, más allá del descenso del comercio internacional en general, y más allá de la caída de las exportaciones argentinas a todo el mundo, el descenso de las ventas a Brasil es el más relevante, lo cual es de seria gravedad para Argentina por la incidencia que Brasil tiene en las exportaciones locales. Mientras, (más por descenso de las ventas a Brasil que por mejoras absolutas logradas en terceros mercados) otros mercados están mostrando una participación relativa creciente.

 

 

Las importaciones desde Brasil

 

Las importaciones argentinas desde Brasil, por su parte, han sufrido los avatares de la política macroeconómica del país. De los cerrados años ´80 se pasó a la apertura de los ´90, luego a la inconveniencia económica para las empresas de la importación post devaluación en los primeros años del siglo XXI, hasta llegar al alza de los costos locales en 2011/2015, y la recuperación de la tendencia importadora.

La relación receptiva con Brasil no ha escapado de esos vaivenes. De importar unos US$ 1.000 millones en la última época de la apertura de los años 70 (1980 fue un año particular de importaciones más altas que el promedio de su tiempo), se baja a los 600/700 millones en los cerrados años ´80 y ya en los ´90, con la apertura local y el Mercosur funcionando, las compras argentinas crecen significativamente.

Pero luego en 2010 fueron esas operaciones ya casi 4 puntos porcentuales más bajas que en 2005; y en 2012, apenas dos años después del 2010, ya casi 5 puntos más bajas que en 2010, como consecuencia de que Brasil fue el principal afectado por las restricciones al comercio receptivo impuestas por el gobierno argentino. En 2015 la participación de las importaciones desde Brasil en el total tuvo un porcentaje aún menor.

Brasil, que representó el 35% de las importaciones Argentinas en 2005 luego de constantes alzas nominales y en porcentaje del total desde 1980, bajó a representar el 26% del total (9 puntos menos) en 2012 y luego a 21,9% en 2015.

 

 

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