Brasil hace un balance del siglo XX

El histórico diagnóstico socieconómico concluye que aunque el PBI del país se multiplicó por cien y el ingreso per cápita por doce, la brecha social aumentó de tal manera que impidió obtener mayores beneficios del incremento de la riqueza.

30 septiembre, 2003

El estudio Brasil del Siglo XX fue elaborado durante los últimos dos años por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que consignó su resultado en un documento de 543 páginas.

El presidente del IBGE, Eduardo Nunes, dijo que el dignóstico indica que “el principal desafío que tiene ahora el país es hacer que la riqueza y el crecimiento alcanzados a lo largo del siglo pasado pueda ser usufructada por la población en el nuevo siglo”.

Nunes destacó el crecimiento de la concentración de la renta en
el siglo XX, al señalar que mientras en 1960 la renta total
del 10% de los más ricos era 34 veces mayor que la del 10% de los
más pobres, treinta años después esa diferencia aumentó 60 veces.

Igualmente, agregó, que en ese mismo período el índice ´Gini´ que
mide la desigualdad, empeoró, al pasar de 0,50 pasó a 0,63 (al acercarse a 1 es mayor la distancia entre ricos y pobres).

Por su parte, el economista Eustaquio José Reis, del estatal
Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea, por su sigla
en portugués), al comentar el diagnótico dijo que en el siglo XX
Brasil registró un “crecimiento sin cualidad”, y advirtió que la
“la mala distribución de la renta inhibe el consumo y aumenta
la violencia, al tiempo que impide el crecimiento sustentado
de la economía”.

Y estimó que para revertir esa situación es necesario aumentar el
ahorro interno y atraer más inversión extranjera con nueva
tecnología.

El estudio indica que los “mayores cambios estructurales en la
economía brasileña ocurrieron entre 1930 y 1960”, mientras que por
el contrario, “en la primera y última década del Siglo fueron las
de menores cambios estructurales”.

Además señaló que con el régimen militar (1964-1985) “los dos
problemas que asfixiaron el regimen anterior (financiamiento del
sector público y balanza de pagos), encontraron solución, por un
lado en la reforma tributaria de 1967 (….) Y por otro lado en el
apoyo del gobierno de Estados Unidos, que posibilitó el
reescalonamiento de la deunda externa y la reapertura de las
líneas de crédito para Brasil”. El resultado de esto fue que en la década de los años setenta el país creció más del 10% al año durante ese período.

En líneas generales, en el siglo pasado la población brasileña
pasó de 17,4 millones de habitantes a 169,6 millones, siendo que
el 10% de ese crecimiento poblacional fue atribuído por el estudio
a los inmigrantes.

También, la expectativa de vida del hombre brasileño pasó de
los 33,4 años en la que se encontraba en 1910, para 64,8 años en
el 2000, mientras que la de las mujeres pasó de 34,6 a 72,6 años
en el mismo lapso de tiempo, lo que ha provocado un crecimiento de
la población jubilada, que ronda los 16 millones de personas.

Además, durante el siglo pasado Brasil se transformó de un país
rural a un país urbano, dado que del 69% de la población que en
1940 vivía en el campo, en el 2000 descendió al 19%.

Esta situación hizo que la participación rural en el PBI pasara
de representar el 45% en 1900 al 11% en el 2000.

Por su parte, la mortalidad infantil se redujo sensiblemente al
igual que el analfabetismo, ya que pasó de 162,4 niños muertos por cada 1.000 nacidos vivos a 29,6 por cada
1.000. Y el analfabetismo que en 1920 afectaba al 65% de la
población mayor de 15 años disminuyó a 13% en 2000.

El estudio Brasil del Siglo XX fue elaborado durante los últimos dos años por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que consignó su resultado en un documento de 543 páginas.

El presidente del IBGE, Eduardo Nunes, dijo que el dignóstico indica que “el principal desafío que tiene ahora el país es hacer que la riqueza y el crecimiento alcanzados a lo largo del siglo pasado pueda ser usufructada por la población en el nuevo siglo”.

Nunes destacó el crecimiento de la concentración de la renta en
el siglo XX, al señalar que mientras en 1960 la renta total
del 10% de los más ricos era 34 veces mayor que la del 10% de los
más pobres, treinta años después esa diferencia aumentó 60 veces.

Igualmente, agregó, que en ese mismo período el índice ´Gini´ que
mide la desigualdad, empeoró, al pasar de 0,50 pasó a 0,63 (al acercarse a 1 es mayor la distancia entre ricos y pobres).

Por su parte, el economista Eustaquio José Reis, del estatal
Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea, por su sigla
en portugués), al comentar el diagnótico dijo que en el siglo XX
Brasil registró un “crecimiento sin cualidad”, y advirtió que la
“la mala distribución de la renta inhibe el consumo y aumenta
la violencia, al tiempo que impide el crecimiento sustentado
de la economía”.

Y estimó que para revertir esa situación es necesario aumentar el
ahorro interno y atraer más inversión extranjera con nueva
tecnología.

El estudio indica que los “mayores cambios estructurales en la
economía brasileña ocurrieron entre 1930 y 1960”, mientras que por
el contrario, “en la primera y última década del Siglo fueron las
de menores cambios estructurales”.

Además señaló que con el régimen militar (1964-1985) “los dos
problemas que asfixiaron el regimen anterior (financiamiento del
sector público y balanza de pagos), encontraron solución, por un
lado en la reforma tributaria de 1967 (….) Y por otro lado en el
apoyo del gobierno de Estados Unidos, que posibilitó el
reescalonamiento de la deunda externa y la reapertura de las
líneas de crédito para Brasil”. El resultado de esto fue que en la década de los años setenta el país creció más del 10% al año durante ese período.

En líneas generales, en el siglo pasado la población brasileña
pasó de 17,4 millones de habitantes a 169,6 millones, siendo que
el 10% de ese crecimiento poblacional fue atribuído por el estudio
a los inmigrantes.

También, la expectativa de vida del hombre brasileño pasó de
los 33,4 años en la que se encontraba en 1910, para 64,8 años en
el 2000, mientras que la de las mujeres pasó de 34,6 a 72,6 años
en el mismo lapso de tiempo, lo que ha provocado un crecimiento de
la población jubilada, que ronda los 16 millones de personas.

Además, durante el siglo pasado Brasil se transformó de un país
rural a un país urbano, dado que del 69% de la población que en
1940 vivía en el campo, en el 2000 descendió al 19%.

Esta situación hizo que la participación rural en el PBI pasara
de representar el 45% en 1900 al 11% en el 2000.

Por su parte, la mortalidad infantil se redujo sensiblemente al
igual que el analfabetismo, ya que pasó de 162,4 niños muertos por cada 1.000 nacidos vivos a 29,6 por cada
1.000. Y el analfabetismo que en 1920 afectaba al 65% de la
población mayor de 15 años disminuyó a 13% en 2000.

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