Dos ejecutivos de la calificadora Moody´s, una de las tres agencias fuertes en medir el “riesgo” de bonos estatales y privados en todo el mundo, junto a Standard & Poors y Fitch, señalaron su optimismo en torno a las posibilidades de crecimiento de la Argentina a partir del blindaje financiero acordado.
Juan Ratto, representante de la calificadora en la Argentina, afirmó que “En el mediano plazo, unos 6 meses, las señales de crecimiento deberían ser palpables y, en consecuencia, deberían hacer que mejore la percepción de riesgo-país de la Argentina”.
“El blindaje —dijo Ratto— tiene que dar vuelta las expectativas de la gente. Lo que necesitamos es que levante el consumo interno, para que la reactivación empiece a verse (ver “Blindaje: algunos optimistas, otros escépticos”).
El ejecutivo aclaró que, además del dinero fresco disponible, “también tiene que haber señales de consistencia política”.
Desde Nueva York, otro analista de Moody´´s, Mauro Leos, consideró que el blindaje era un hecho esperado y que ya había sido incorporado al análisis de la agencia cuando el mes pasado le bajó el dedo a la Argentina; por lo tanto la concreción del paquete, así, no cambiará automáticamente ese grado.
“Se despejaron dudas —sostuvo Leos— pero el impacto inmediato no será tan notorio ni tan manifiesto. Solo se observaría una gradual mejora a la par de cómo se vayan reportando las cifras de la economía del primer trimestre de 2001, en términos de crecimiento y de resultados fiscales”.
Hace un mes, Moody´´s modificó hacia abajo la perspectiva sobre la Argentina, de estable a negativa; se entiende que es la antesala de una rebaja de la nota, una suerte de castigo a los bonos argentinos por riesgo de cobro, lo que inquieta a los inversores y perjudica al país.
La calificadora de riesgo que había bajado la perspectiva sobre la Argentina se muestra esperanzada en que en los próximos seis meses comiencen a verse señales de crecimiento lo que mejoraría el riesgo país.
Dos ejecutivos de la calificadora Moody´s, una de las tres agencias fuertes en medir el “riesgo” de bonos estatales y privados en todo el mundo, junto a Standard & Poors y Fitch, señalaron su optimismo en torno a las posibilidades de crecimiento de la Argentina a partir del blindaje financiero acordado.
Juan Ratto, representante de la calificadora en la Argentina, afirmó que “En el mediano plazo, unos 6 meses, las señales de crecimiento deberían ser palpables y, en consecuencia, deberían hacer que mejore la percepción de riesgo-país de la Argentina”.
“El blindaje —dijo Ratto— tiene que dar vuelta las expectativas de la gente. Lo que necesitamos es que levante el consumo interno, para que la reactivación empiece a verse (ver “Blindaje: algunos optimistas, otros escépticos”).
El ejecutivo aclaró que, además del dinero fresco disponible, “también tiene que haber señales de consistencia política”.
Desde Nueva York, otro analista de Moody´´s, Mauro Leos, consideró que el blindaje era un hecho esperado y que ya había sido incorporado al análisis de la agencia cuando el mes pasado le bajó el dedo a la Argentina; por lo tanto la concreción del paquete, así, no cambiará automáticamente ese grado.
“Se despejaron dudas —sostuvo Leos— pero el impacto inmediato no será tan notorio ni tan manifiesto. Solo se observaría una gradual mejora a la par de cómo se vayan reportando las cifras de la economía del primer trimestre de 2001, en términos de crecimiento y de resultados fiscales”.
Hace un mes, Moody´´s modificó hacia abajo la perspectiva sobre la Argentina, de estable a negativa; se entiende que es la antesala de una rebaja de la nota, una suerte de castigo a los bonos argentinos por riesgo de cobro, lo que inquieta a los inversores y perjudica al país.
Dos ejecutivos de la calificadora Moody´s, una de las tres agencias fuertes en medir el “riesgo” de bonos estatales y privados en todo el mundo, junto a Standard & Poors y Fitch, señalaron su optimismo en torno a las posibilidades de crecimiento de la Argentina a partir del blindaje financiero acordado.
Juan Ratto, representante de la calificadora en la Argentina, afirmó que “En el mediano plazo, unos 6 meses, las señales de crecimiento deberían ser palpables y, en consecuencia, deberían hacer que mejore la percepción de riesgo-país de la Argentina”.
“El blindaje —dijo Ratto— tiene que dar vuelta las expectativas de la gente. Lo que necesitamos es que levante el consumo interno, para que la reactivación empiece a verse (ver “Blindaje: algunos optimistas, otros escépticos”).
El ejecutivo aclaró que, además del dinero fresco disponible, “también tiene que haber señales de consistencia política”.
Desde Nueva York, otro analista de Moody´´s, Mauro Leos, consideró que el blindaje era un hecho esperado y que ya había sido incorporado al análisis de la agencia cuando el mes pasado le bajó el dedo a la Argentina; por lo tanto la concreción del paquete, así, no cambiará automáticamente ese grado.
“Se despejaron dudas —sostuvo Leos— pero el impacto inmediato no será tan notorio ni tan manifiesto. Solo se observaría una gradual mejora a la par de cómo se vayan reportando las cifras de la economía del primer trimestre de 2001, en términos de crecimiento y de resultados fiscales”.
Hace un mes, Moody´´s modificó hacia abajo la perspectiva sobre la Argentina, de estable a negativa; se entiende que es la antesala de una rebaja de la nota, una suerte de castigo a los bonos argentinos por riesgo de cobro, lo que inquieta a los inversores y perjudica al país.
La calificadora de riesgo que había bajado la perspectiva sobre la Argentina se muestra esperanzada en que en los próximos seis meses comiencen a verse señales de crecimiento lo que mejoraría el riesgo país.
Dos ejecutivos de la calificadora Moody´s, una de las tres agencias fuertes en medir el “riesgo” de bonos estatales y privados en todo el mundo, junto a Standard & Poors y Fitch, señalaron su optimismo en torno a las posibilidades de crecimiento de la Argentina a partir del blindaje financiero acordado.
Juan Ratto, representante de la calificadora en la Argentina, afirmó que “En el mediano plazo, unos 6 meses, las señales de crecimiento deberían ser palpables y, en consecuencia, deberían hacer que mejore la percepción de riesgo-país de la Argentina”.
“El blindaje —dijo Ratto— tiene que dar vuelta las expectativas de la gente. Lo que necesitamos es que levante el consumo interno, para que la reactivación empiece a verse (ver “Blindaje: algunos optimistas, otros escépticos”).
El ejecutivo aclaró que, además del dinero fresco disponible, “también tiene que haber señales de consistencia política”.
Desde Nueva York, otro analista de Moody´´s, Mauro Leos, consideró que el blindaje era un hecho esperado y que ya había sido incorporado al análisis de la agencia cuando el mes pasado le bajó el dedo a la Argentina; por lo tanto la concreción del paquete, así, no cambiará automáticamente ese grado.
“Se despejaron dudas —sostuvo Leos— pero el impacto inmediato no será tan notorio ni tan manifiesto. Solo se observaría una gradual mejora a la par de cómo se vayan reportando las cifras de la economía del primer trimestre de 2001, en términos de crecimiento y de resultados fiscales”.
Hace un mes, Moody´´s modificó hacia abajo la perspectiva sobre la Argentina, de estable a negativa; se entiende que es la antesala de una rebaja de la nota, una suerte de castigo a los bonos argentinos por riesgo de cobro, lo que inquieta a los inversores y perjudica al país.