<p>En realidad, McConnell sugiere un grupo <em>ad hoc </em>y Boehner se aferra a una intervención en dos fases. Ambos intentan soslayar al Congreso y al ejecutivo en una especie de doble gambito. Esta variante parece contar con mayor apoyo legislativo que la otra.<br />
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Sería una maniobra en tres tiempos. Primero, se desbloquea el tope de la deuda federal (US$ 14,3 billones), pero sólo hasta fin de año. Segundo, se lanza un paquete de medidas para contener los gastos, sin excluir un suave incremento de los ingresos fiscales (es decir, tributarios).<br />
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Más tarde, o sea en 2012, se elevará ese techo vía negociaciones que podrán llevar meses. Todo ello inserto en una campaña electoral también con tres actores. No ya sólo los dos tradicionales, sino el partido demócrata, el republicano y el Tea party. (En inglés. la palabra significa tanto fiesta como partido). Mientras Boehner lidie con los ultras, Nancy Pelosi (líder oficialista en diputados) lo haría con su propia ala dura.<br />
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Tal como estaban las cosas al abrirse este lunes los mercados, Estados Unidos combina un déficit de confianza internacional tan grande como el débito cuyo tope sigue dando vueltas. Barack Obama ya no puede evitar el primero, que refleja la incapacidad del sistema político –que lo incluye- para adoptar decisiones. A su vez, esto deriva de una polarización social que difícilmente se resuelva antes de las elecciones generales (noviembre de 2012).<br />
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Fuera del gobierno, un economista conservador (Martin Feldstein) declara que “existe 50% de posibilidades de otra recesión como la de 2008/09”. Su contraparte estructuralista Paul Krugman (Nobel 2008) vislumbra “una depresión en toda la línea”. <br />
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Ambos se apoyan a una misma estimación para el semestre: desempleo nuevamente sobre 10% de la población activa.<br />
Se trata del peor escenario preelectoral para los demócratas y un presidente de pocos reflejos. Ello en un trasfondo que tampoco debiera alegrar a los republicanos moderados: el Tea party se comporta como génesis de un movimiento ideológico sordo a las necesidades de 32 millones de estadounidenses que viven bajo el umbral de pobreza. Por otra parte, los dieciséis meses que median hasta los comicios podrían ser insoportables.</p>
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Bernanke no presta y EE.UU. vela las armas
Benjamin Bernanke advirtió que su Reserva Federal no puede prestarle al Tesoro en caso de insolvencia. En tanto, los republicanos Mitchell McConnell y John Boehmer barajan otra propuesta: un comité de doce notables con facultades extraordinarias.