<p>Estados Unidos, empero, no es el único problema en el tapete, pese al magro 1,6% anual de crecimiento que mostraba su producto bruto interno en el segundo trimestre. Los números no favorecen tampoco a Gran Bretaña (otro 1,6%), la Eurozona (1,7%), Francia (igual), Italia (un exiguo 1,1%) y Japón (2%). Hay dos casos extremos: España (-0,1%) y Grecia (-3,5%). La única excepción es Alemania, con 4,1%, pero renuente a apoyar al resto de la Unión Europea.<br />
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Por su parte, los déficit fiscales resultan inquietantes. En términos de cada PBI, son 10,4% en Gran Bretaña, 9,9% en España, 9,2% en Grecia, 8,9% en EE.UU., 8,4% en Francia, 7,5% en Japón, 6,9% en la Eurozona (los dieciséis adherentes a la moneda común) y 5,2% en Alemania e Italia. <br />
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Guardando igual relación con el PBI, el panorama es peor en matera de endeudamiento externo, Al frente marchan Japón con 192%, Italia con 115,3 y Grecia con 115,1. Siguen EE.UU. (83,3), Francia (79,7%), la Eurozona (78,7%), Alemania (77,2%), Gran Bretaña (68,5%) y España (59,5%). No sorprende, pues, que la reunión en Jackson Hole fuese tan poco trascendente.<br />
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Sea como fuere, el presidente de la Reserva Federal no debió haber abierto la boca, porque “ni EE.UU. ni otras economías industriales viven una recuperación, sino síntomas esporádicos y efímeros”, afirma Krugman. A lo sumo, apunta Zandi, “aún no estamos en una recesión clásica, donde todo baja al mismo tiempo”. En <em>Mercado </em>de agosto, Jorge Beinstein va más lejos y dictamina que son inútiles los parámetros convencionales, pulverizados por las crisis sistémicas desencadenadas en 1997 y 2006.<br />
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En el plano norteamericano, la incógnita es más terrestre: ¿hay o habrá crecimiento suficiente para recortar un desempleo que no cede de 10%? La mayor economía mundial –en términos de PBI y de PB por habitante- necesita no menos de 2,5% anual para mantener la desocupación en aquella cota. Pero las cifras reales no suben de 1,6% en este momento. Políticamente, eso puede sellar la suerte de los demócratas en las elecciones de medio mandato, este noviembre, y hasta dejar a Barack Obama sin segundo término en 2012.<br />
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Los tres economistas no creen, como Timothy Geithner, secretario de hacienda y ex director de la RF, que la economía se halle “camino de la recuperación”. Ahora bien, Krugman se pregunta por qué tantos funcionarios insisten en dorarle la píldora al público, mientras crean clima para nuevos estímulos sistémicos, una solución correcta pero tardía.<br />
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Bernanke diserta sobre una recuperación que no aparece
Benjamin Bernanke no debió haber ido a Jackson Hole. En realidad, ese simposio anual de banqueros centrales no tiene ya mucho sentido. Así sostienen Mark Zandi (Moodys Investors Service), Paul Krugman, Joseph Stiglitz -Nobel 2008, 2001- y otros.