Berlusconi: pide disculpas a Berlín, pero peligran su cargo europeo y la coalición italiana

El mutuo retiro de embajadores dispuesto por Alemania e Italia –no sucedía desde 1914- hace peligrar la presidencia de la UE, asumida ayer por Silvio Berlusconi. Su violento discurso también pone en crisis la coalición que gobierna Italia.

3 julio, 2003

Ante el Parlamento Europeo (Estrasburgo), el primer ministro italiano replicó críticas de legisladores comparando a uno de ellos, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, con un “kapo” de campo de concentración nazi. Días antes, Umberto Bossi –tercera autoridad del gobierno- exigía hundir a cañonazos los barcos con emigrantes o refugiados negros a bordo. Aludiendo a los desbordes de Berlusconi ante los diputados de la Unión Europea, el vicepresidente del Consejo de Gobierno, Gianfranco Fini (integrante moderado de la coalición derechista en el poder), sostuvo que “los libretos del Cavaliere los escribe Bossi” y amenazó con abandonar el cargo.

Por su parte, el presidente Carlo Azeglio Ciampi –que casi no tiene facultades ejecutivas- y su colega de la Comisión Europea (Romano Prodi, que sí las tiene) se manifestaban “desconcertados y avergonzados” por los dichos de Bossi y Berlusconi. Entretanto, George W.Bush, Tony Blair y Vladyímir Putin trataban de mediar entre Berlín y Roma, que acababan de retirar sus respectivos embajadores. “Esto no ocurre desde el estallido de la Gran Guerra, en 1914”, recordó el londinense “The Guardian”. A última hora, Berlusconi les pidió disculpas a los alemanes.

Algunos bloques del Parlamento estaban preparando un pedido conjunto para “deponer al presidente semestral de la UE”. O sea, Berlusconi. Pero diputados británicos, españoles y belgas observaron que “si se acelera el tratamiento de la nueva constitución, el cargo quedará eliminado”. En verdad, el borrador de carta suprime la presidencia rotatoria, virtualmente simbólica. Amén de las diatribas del premier italiano, muchos legisladores se oponían desde antes, arguyendo la escandalosa inmunidad lograda por Berlusconi –mientras dure su mandato como “premier”-, en procesos de fraudes y corrupción. En esta borrasca, el francés Jacques Chirac prefirió el silencio porque, como señalaban diarios de París, su candidato para presidir el Banco Central Europeo (Jean-Claude Trichet) fue desprocesado por presiones del gobierno y ahora depende de que el Parlamento lo acepte.

Ante el Parlamento Europeo (Estrasburgo), el primer ministro italiano replicó críticas de legisladores comparando a uno de ellos, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, con un “kapo” de campo de concentración nazi. Días antes, Umberto Bossi –tercera autoridad del gobierno- exigía hundir a cañonazos los barcos con emigrantes o refugiados negros a bordo. Aludiendo a los desbordes de Berlusconi ante los diputados de la Unión Europea, el vicepresidente del Consejo de Gobierno, Gianfranco Fini (integrante moderado de la coalición derechista en el poder), sostuvo que “los libretos del Cavaliere los escribe Bossi” y amenazó con abandonar el cargo.

Por su parte, el presidente Carlo Azeglio Ciampi –que casi no tiene facultades ejecutivas- y su colega de la Comisión Europea (Romano Prodi, que sí las tiene) se manifestaban “desconcertados y avergonzados” por los dichos de Bossi y Berlusconi. Entretanto, George W.Bush, Tony Blair y Vladyímir Putin trataban de mediar entre Berlín y Roma, que acababan de retirar sus respectivos embajadores. “Esto no ocurre desde el estallido de la Gran Guerra, en 1914”, recordó el londinense “The Guardian”. A última hora, Berlusconi les pidió disculpas a los alemanes.

Algunos bloques del Parlamento estaban preparando un pedido conjunto para “deponer al presidente semestral de la UE”. O sea, Berlusconi. Pero diputados británicos, españoles y belgas observaron que “si se acelera el tratamiento de la nueva constitución, el cargo quedará eliminado”. En verdad, el borrador de carta suprime la presidencia rotatoria, virtualmente simbólica. Amén de las diatribas del premier italiano, muchos legisladores se oponían desde antes, arguyendo la escandalosa inmunidad lograda por Berlusconi –mientras dure su mandato como “premier”-, en procesos de fraudes y corrupción. En esta borrasca, el francés Jacques Chirac prefirió el silencio porque, como señalaban diarios de París, su candidato para presidir el Banco Central Europeo (Jean-Claude Trichet) fue desprocesado por presiones del gobierno y ahora depende de que el Parlamento lo acepte.

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