<p>A primera vista, Italia se asemeja a Grecia pero su situación es bastante más complicada. Para empezar, la deuda es demasiado alta para afrontarla sola y demasiado grande para que la asuman otros. Sean países, sean grupos (Eurozona, Unión Europea), sean entes multilaterales estilo Fondo Monetario Internacional. Éste ya supervisa el nuevo programa de reformas y ajustes, una receta de austeridad socialmente peligrosa.<br />
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Tratándose de la cuarta economía en la UE, tras Alemania, Francia y Gran Bretaña, su rescate será más arduo que el de la subdesarrollada Grecia. Por ejemplo, si los inversores abandonasen los bonos soberanos itálicos, quedarían pocos mercados lo bastante amplios donde colocar esos títulos y obtener un mínimo rédito.<br />
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Ocurre que la plaza alemana es en exceso chica para tomar esa masa sin una fuerte contracción de valores. La otra salida tradicional son las letras de tesorería norteamericanas. Pero hoy subsisten notorias incertidumbres sobre la situación financiera de la primera economía mundial.<br />
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En suma, los papeles italianos son un baldón para banqueros, operadores y especuladores que corren a sacárselos de encima. La semana que termina, los rindes llegaron a ubicarse en más de 7% anual. Este síntoma explica que tantos analistas vean en Italia una “magna Grecia”. Sin embargo, la economía romana retiene potencial suficiente para mantenerse solvente financiándose a 6% anual.<br />
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<p>Por ende, si la deuda pública se estabilizase en 2012 al presente nivel de 120% sobre el PBI, el gobierno Giorgio Napolitano-Mario Monti lograría un pequeño superávit primario y un déficit inferior a 4% de ese mismo PBI. Por otra parte, Italia tiene menos deudas con el exterior que el resto de países en aprietos (Portugal, Irlanda, Estonia, Hungría o España). <br />
El cociente entre deuda total italiana –sector público, privado y familias- y economía mostraba el año anterior 24% del PBI. Era una cifra cercana a la británica y muy lejana de Atenas (96%), Portugal (107%) o España (90%). Sea como fuere, Italia afrontará en 2012 vencimientos de bonos y obligaciones por unos € 306.000 millones. Para tener una idea, las reservas del FMI son menores: US$ 395.000 millones, o sea € 285.000 millones.<br />
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Presuponiendo que esa deuda nueva pagara intereses de 7,5% anual, los costos financieros ascenderían apenas a 1% del PBI. No será una carga insoportable para Italia, si bien sus bancos privados se encontrarían en severas dificultades.</p>
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