Berlusconi, Ciampi: si la UDC sale de la coalición, adiós gobierno

El vicepremier Marco Follini y tres ministros de su Unión democristiana renunciaron ante el presidente Ciampi. El partido no firma “nuevo pacto” y eso, cree Berlusconi, puede llevar a elecciones generales anticipadas.

16 abril, 2005

El pacto es una maniobra de la coalición derechista (“Casa delle libertà” la llaman) que, so pretexto de asegurar la gobernabilidad hasta fin del mandado en 2006, apunta al continuismo de Silvio Berlusconi, pese a su imparable deterioro político. Obviamente, el primer ministro no quiere renunciar para no exponerse a la ola de procesos que seguirá a la perdida de inmunidades dictadas a su medida.

“Habrá comicios adelantados si la UDC no vuelve al gobierno”, admitió el propio deje del gabinete . Carlos Azeglio Ciampi sostenía lo mismo. El neofascista Giafranco Fini y el senador Umberto Bossi –los humoristas lo representan como un perro fiel a Berlusconi comparten la postura del “Cavaliere”.

El presidente va más lejos. En su interpretación de los textos constitucionales, si la UDC queda fuera del gobierno, Berlusconi mismo deberá dimitir la semana entrante. Como es natural, el máximo exponente de la oposición, Romano Prodi, sostiene lo mismo. Con un matiz: preferiría que las elecciones se hiciesen en la fecha “normal”.

Prodi rechaza, sin embargo, el pacto derechista y las posibilidades de un gobierno transitorio en manos del oficialismo. Pese a los gestos formales de la prensa conservadora, se sabe que el gobierno actual representa sólo una “mayoría de papel”. En efecto, la composición parlamentaria refleja la realidad de hace algunos años, desvirtuada por una serie de reveses electorales que remató en la feroz derrota sufrida en los recientes comicios regionales.

El pacto es una maniobra de la coalición derechista (“Casa delle libertà” la llaman) que, so pretexto de asegurar la gobernabilidad hasta fin del mandado en 2006, apunta al continuismo de Silvio Berlusconi, pese a su imparable deterioro político. Obviamente, el primer ministro no quiere renunciar para no exponerse a la ola de procesos que seguirá a la perdida de inmunidades dictadas a su medida.

“Habrá comicios adelantados si la UDC no vuelve al gobierno”, admitió el propio deje del gabinete . Carlos Azeglio Ciampi sostenía lo mismo. El neofascista Giafranco Fini y el senador Umberto Bossi –los humoristas lo representan como un perro fiel a Berlusconi comparten la postura del “Cavaliere”.

El presidente va más lejos. En su interpretación de los textos constitucionales, si la UDC queda fuera del gobierno, Berlusconi mismo deberá dimitir la semana entrante. Como es natural, el máximo exponente de la oposición, Romano Prodi, sostiene lo mismo. Con un matiz: preferiría que las elecciones se hiciesen en la fecha “normal”.

Prodi rechaza, sin embargo, el pacto derechista y las posibilidades de un gobierno transitorio en manos del oficialismo. Pese a los gestos formales de la prensa conservadora, se sabe que el gobierno actual representa sólo una “mayoría de papel”. En efecto, la composición parlamentaria refleja la realidad de hace algunos años, desvirtuada por una serie de reveses electorales que remató en la feroz derrota sufrida en los recientes comicios regionales.

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