jueves, 26 de diciembre de 2024

Bélgica: que se vayan todos clama la gente

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“Estamos hartos de esperar. Los políticos no atinan a salir de un impasse que dura 224 días”, protestaban el domingo 60.000 personas arrojando papas fritas –plato nacional- a la policía y algunos dirigentes moderados que trataban de calmar los ánimos.

<p>A poco de incendiar T&uacute;nez, Facebook y Twitter fomentaban desobediencia civil en Bruselas, Amberes, Lieja, etc. En la capital de la Uni&oacute;n Europea predominaban las papas, en otras ciudades llov&iacute;an mejillones, el otro platillo belga. Al parecer, bastaron tres estudiantes y dos empleados p&uacute;blicos. O sea, bastante menos de los 300.000 que, en 1996, ped&iacute;an la cabeza de Marc Dutroux, cura paid&oacute;filo autor de varios homicidios.</p>
<p>Curiosamente, los ciudadanos soslayaban el viejo conflicto separatista (60% de flamencos versus 40% de valones) y se centraban en criticar por igual a ambas dirigencias pol&iacute;ticas. Como siempre, se salvaba el rey Alberto II. Oficia como &aacute;rbitro, pero constitucionalmente no puede formar gobierno, si bien ha estado conversando con otras cabezas coronadas &ndash;Holanda, Gran Breta&ntilde;a, Dinamarca, Suecia- en pos de una salida transaccional.</p>
<p>La marcha de la verg&uuml;enza, nombre formal de la revoluci&oacute;n de las papas y los mejillones, llega este lunes al Europarlamento. Ah&iacute; se se&ntilde;alaba que los 224 d&iacute;as de interregno (hasta el domingo) quedan primeros en la historia europea moderna, delante de los 208 d&iacute;as protagonizados por los Pa&iacute;ses bajos.</p>
<p>Por supuesto, la contrapartida de esa marca es una similar, correspondiente al gobierno interno que maneja la administraci&oacute;n desde hace siete meses y medio. Todo empez&oacute; en las elecciones anticipadas de junio, que no resolvieron la situaci&oacute;n de fondo y llevaron a cuatro intentos, todos frustrados porque los partidos vencedores no arribaban a acuerdo. Por eso, hoy la gente no quiere saber nada con los flamencos (Bart de Weber) ni con los socialistas valones (Elio DiRupo, sin muchas connotaciones &eacute;tnicas).</p>
<p>El 18 de este mes el ex viceprimer ministro Johan Vande Lanotte &ndash;otro apellido tan it&aacute;lico como DiRupo- renunciaba a un &ldquo;mandato exploratorio&rdquo; y desencadenaba la reacci&oacute;n popular y la subsiguiente marcha de las papas fritas y los mejillones. <br />
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